Después de haber hablado con mi Jefe, me acuesto un rato en el sofá de la sala a ver un poco de Televisión. últimamente las cosas entre Mario y yo han cambiado de un 50% a un 100%, me siento feliz al estar al lado de él, de compartir los momentos de intimidad con el único hombre que de verdad me ha conocido, ahora poco peleamos y me trata bien, porque eso es algo que toda mujer quiere, que la traten bien, que le digan palabras lindas y que lo consientan, por lo menos para mí me encantan esas cosas.
El celular me despierta de la pequeña siesta, ni me había dado cuenta que me había cogido el sueño mientras que pensaba en las cosas que hemos vivido con Mario, al ver la pantalla del móvil, Mi corazón brinca al ver el nombre de Mario.
-Alo?- contesto con gran entusiasmo.
-Hola hermosa, ¿Estas lista?- me pregunta mientras que yo me froto los ojos para quitarme el sueño.
-Lista ¿para que?- le pregunto aunque ya se me había olvidado de que íbamos a almorzar juntos.
-No te acuerdas que hemos quedado de almorzar. o es que , ¿ya hiciste planes con otro?- Esa pregunta me molesta porque me hace pensar que él no confía lo suficientemente en mí como para creer que yo le voy a montar cuernos.
-¿Perdón? No me conoces bien, sabes que no estaría con otra persona que no seas tú-
-Vale, Vale, Perdón por ser tan cabezota. Ahora ¿Vamos a almorzar?- me pregunta y se ríe un poco. No se que le está dando risa pero ya ni me importa preguntarle porque no quiero que hoy terminemos peleando como lo hacemos siempre.
-Sí, pero deja que yo cocine por una vez en mi casa- le contesto y caigo en cuenta que son muy pocas las veces que cocino en casa porque la mayoría del tiempo no estoy o simplemente pido domicilio.
-Huyyy, ya que dices me gustaría probar tu sazón.-
-Bueno entonces te veo en una hora, tengo que bañarme y empezar a cocinar para que cuando tú llegues esté todo listo.- le respondo y me dirijo al cuarto a alistar la ropa que me voy a poner hoy.
-Ok, entonces ahorita nos vemos. Chao preciosa.
La verdad me encanta que cada vez que me habla me dice apelativos hermosos, soy un poco cursi ¿verdad? pero es que esas palabras me derriten y me hace sentir confianza en la otra persona.
Después de ducharme me coloco los jeans claros y una buso que me hace sentir como en casa, no siempre tengo que estar entaconada solo porque mi trabajo me lo exige, o bueno porque me gusta que las demás personas me vean bien arreglada.
Miro en la cocina y no encuentro los ingredientes que necesito para hacer el almuerzo, así que tengo que encender mi carro para ir a la tienda en busca de mis elementos de trabajo. Estar en la tienda de compras me hace recordar a mi familia, solía acompañar a mi mamá a los supermercados pero ahora que he crecido ya me da pereza, uno deja de ser niño y pasa a una etapa de la vida donde uno quiere hacer las cosas que nunca pudo hacer al lado de los papás. Vaya hace tiempo que no me comunico con ellos, me hacen falta pero mi trabajo y Mario me quitan el tiempo que necesito para hablar con ellos. Sí muy pronto será navidad, pienso en pasar esas fechas en mi tierra, en mi país y compartir con toda mi familia. no sé si para ese tiempo todavía esté con Mario pero si estamos espero que pasemos la navidad en mi país.
-Hola, que bien huele.- me dice Mario mientras que me saluda en la boca y yo me quito el delantal.- Así te vez muy bien. Quisiera llegar siempre y encontrarte así.
-O sea solamente me quieres para que sea tu sirvienta ¿cierto?- le abro los ojos pero él sabe que yo se lo digo en broma.
-No nena, Jamás te querré para eso, simplemente me gustaría vivir contigo para llegar y verte. - Cada día este chico me enamora más, lo peor es que no quiero arrepentirme después por enamorarme rápido de él.
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Casualidad.
AcakCJamás creí que mi vida fuera a cambiar cuando lo conocí a él. un hombre guapo con acento español y una sonrisa encantadora, esa sonrisa que enamoraba a cualquier chica. Yo era una de ellas, pero no pensé que enamorarme de él iba a ser lo peor que u...