No sabía por qué dejó que las palabras de Soobin lo afectaran tanto, su oso gruñía dentro de él, queriendo volver al bar lleno de gente, el animal quería que arreglara las cosas con su compañero, su compañero, la revelación lo congeló, no es de extrañar que su oso se volviera loco cuando captó ese olor familiar y tentador en el aire.
—No puede ser —murmuró, pero ciertamente explicaba por qué lo había afectado tanto que Soobin se allá ido del pueblo.
Ese día, hace diez años, hizo todo lo posible para salvar a un estudiante de primer año que ni siquiera conocía por razones que no podía entender del todo, nunca hacía cosas así, por lo general. Había sido egocéntrico, solo se preocupaba por sus hermanos y por mantener vivo el sueño de sus padres.
Un compañero nunca había estado en la foto, de cualquier manera, Soobin mencionó que estaba en un descanso, no era como si planeara quedarse, se fue una vez, lo volvería a hacer.
No sirve de nada enredarse con un cañón suelto como él, excepto que su oso subió a la superficie de su piel cuando escuchó un pequeño grito cuando camino asía afuera, Soobin, el animal siguió empujándole el cambio, pero él lo empujó hacia atrás, lo ató, porque no sabía a qué o a quién se enfrentaba.
Irrumpió de nuevo en el bar, Scot se interpuso en su camino, el astuto cambiaformas zorro le dedicó una sonrisa, que se marchitó ante su mirada. El cambiaformas sin pareja, que probablemente se abrió camino entre todos los cambiaformas dominantes de la ciudad, fue lo suficientemente inteligente como para alejarse de él.
Ver al vampiro poniendo su mano en el brazo de Soobin alimentó su rabia. ¿Qué carajo? ¿Dónde estaba Seonghwa? Entonces lo vio en el extremo más alejado de la barra, ocupado tomando pedidos. Realmente necesitaban contratar personal nuevo, Minho y él ayudaban de vez en cuando, pero estaba demasiado ocupado asegurándose de que O'Riley Cabin Rental se mantuviera a flote.
Aunque lo primero es lo primero, ese vampiro claramente no sabía que el pequeño humano ya estaba tomado. Los otros clientes debieron sentir su estado de ánimo, su bestia cabreada, porque la multitud se separó hasta que llegó a la barra.
Atrajo a Soobin sin pensar hacia él, apartando lo del vampiro, reconoció a Louis, fue a la misma escuela secundaria, era un año mayor que él, lo último que escuchó fue que había solicitó al aquelarre de vampiros local que lo convirtiera. Un bebé vampiro recién cambiado no era una amenaza para él, quien pasó toda su vida controlando la máquina de matar dentro de él, Louis le mostró los colmillos, silenciado por el rugido que hizo sonar las bebidas en la barra.
—Él es mío,— dijo, gruñendo acompañando sus palabras.
No ayudó a su estado de ánimo que Soobin se aferrara a él, con los ojos muy abiertos, pero sin molestarse en corregirlo, bien, verlo a salvo y sin un rasguño alivió un poco su miedo.
—Yo lo vi primero—, se quejó Louis.
—Equivocado. Es mío desde hace diez años.
Soobin dejó escapar un suspiro ante esas palabras, no le importaba quién estaba mirando o las conclusiones a las que llegaban los demás.
—Él no usa tu olor o tus marcas de mordiscos—, dijo el vampiro.
—Todavía—, finalizó.
Louis entrecerró los ojos y sintió la presencia de un cambiaformas dominante justo detrás de él, no estaba preocupado, porque su oso reconoció a su hermano. Otro vampiro, una mujer, agarró el brazo de Louis y le siseó al oído. —Deja que el oso se quede con el humano, no sirve de nada comenzar una pelea por algo tan simple. Apuesto a que el humano ni siquiera sabrá bien —dijo.
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🐻 - ²/3 𝕊𝕒𝕝𝕧𝕒𝕕𝕠 𝕡𝕠𝕣 𝕖𝕝 𝕆𝕤𝕠 || 𝕐𝕖𝕠𝕟𝔹𝕚𝕟 ||
Random-¿Por qué diablos eso estaría mal? Me gusta que sepas que eres mío.