Capítulo 4- perdiendo la paciencia

446 21 0
                                    

Lucían King

El simple hecho de saber que ese imbécil se atrevió a entrar en mi casa me hace hervir la sangre. 

Pensar que se la pudo llevar, que la perdería por culpa de idiotas que no saben hacer su trabajo, me enfada.

En cierto modo me alegro de que ese imbécil tratará de hacerse el superhéroe, me ha facilitado las cosas, ella se quedara conmigo aunque me molesta que se quede por protegerle.

Maté a cinco guardias delante de ella para que supiera que conmigo no se juega, además los iba a matar igualmente y ella lo sabía.

Mientras subo las escaleras para ir a la habitación, siento como aprieta mi mano, la miro de reojo y está aterrorizada. ¿Ahora tiene miedo? ¿Nunca ha visto como su padre mata a las personas que le debe dinero?

Entro a la habitación y suelto su mano con delicadeza; no quiero que tenga miedo.

Ella se aleja y eso me molesta. Sigue mirándome con miedo pero sus ojos me dicen que está preparada para discutir.

Tengo demasiadas preguntas y quiero respuestas.

Cierro la puerta con llave, me siento en la cama mientras su mirada analiza cada paso que doy. Muestro tranquilidad cuando en verdad estoy hecho una furia. Siento la rabia recorrer cada célula de mi cuerpo, no lo demuestro, no quiero que tenga miedo, aunque puede que así tenga más miedo.

Decido hablar primero, ya que ella no lo va a hacer.

-¿Cómo sabía ese imbécil donde estabas?

Sus ojos están atentos a los míos, no despeja su mirada de la mía, quiere demuéstrame que no tiene miedo pero sé percibir el miedo en las personas. Sonrío de lado, a veces puede ser tan ingenua.

-Responde

-Nos siguió

Suelto una carcajada ¿se cree que voy a creer esa tonta mentira?

Me levanto y ella retrocede.

-Invéntate una mentira más convincente. Te daré otra oportunidad y está vez quiero que respondas con sinceridad.

-No quiero responder

Cálmate

Tranquilízate

Piensa en cosas buenas ¿alguna vez he pensado en cosas buenas?

Solo tiene miedo

No hagas una locura, mantén la calma.

-Vas a responder -digo lo más calmado posible.

-¿O qué?

¡A la mierda ser paciente con ella!

Me acerco a ella, sé que tiene miedo puedo percibirlo. En estos momentos no me importaba nada, he intentado ser paciente con ella pero no contribuye.

La arrinconó a la pared y apoyó un brazo.

-No querrás verme enfadado porque te juro que es la cosa más terrorífica que verás en tu vida- advierto-. Responde mi puta, maldita, jodida pregunta.

Puedo sentir su corazón acelerado; su respiración es entrecortada.

No aparta la mirada ni por un segundo, sus ojos me retan mientras su cuerpo me teme.

Desliza su lengua por sus labios, me concentro en ese acto. Sus labios se humedecen, incitándome a saborearlos,  pongo todo mi autocontrol para no besarla.

-Responderé- por fin decide hablar, vuelvo a concentrarme en sus hermosos ojos- pero yo también quiero respuestas. Cuando te dé la respuesta que buscas te irás dejándome sola.

¿En Que Momento Me Enamore De Ti?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora