Capítulo 16-La marca

109 8 0
                                    

Lucían King

La impaciencia y la preocupación se instalan en mi pecho.

-Discúlpenme, necesito ausentarme un momento, voy al baño- informé a los hombres presentes, interrumpiendo nuestra conversación.

Mi paso se aceleró al ver al camarero pasar junto al baño de mujeres. Con cada paso, la ira se intensificaba en mi interior, recorriendo mi cuerpo con una fuerza creciente. Con dos zancadas decididas, logré llegar a la puerta del baño. Como algo le llegue a pasar...

-Fuera- ordené con brusquedad al abrir la puerta del baño.

Las dos mujeres presentes, una rubia y una morena, abandonan el baño con indignación y a un ritmo acelerado. Una vez que se han ido, examino el interior del baño con determinación. Sin perder tiempo, me dirijo hacia Amara con dos zancadas grandes y rápidas. Levanto su cuerpo hasta sentarla en el lavabo, intenta cerrar las piernas, pero con mi mano y agresividad, las separo y me acomodo entre ellas, permitiéndome estar más cerca de ella. Amara se dispone a protestar, pero inconscientemente, mi mano se desliza hacia su cintura y la aprieto con delicadeza, como una advertencia silenciosa. Su respiración se torna irregular, interrumpe su protesta y me observa detenidamente con sus ojos penetrantes.

-¿Por qué tardas tanto en el baño?- Amara frunce el ceño, visiblemente molesta.

-Necesitaba retocar mi maquillaje e ir al baño - confesó, sintiéndose un poco avergonzada

Hice un esfuerzo supremo para calmarme, intentando que la tensión en mis hombros se disipara. Suspiré profundamente, teniéndola tan cerca, mi cuerpo estaba tan tenso que apenas podía respirar. Tras unos segundos, finalmente el aire llenó mis pulmones.

-No entiendo cómo puedes tardar exactamente cinco minutos y cuarenta y dos segundos en retocarte e ir al baño - las últimas palabras salieron arrastradas.

-Y yo no entiendo por qué llevas la cuenta del tiempo que estoy ausente.

Me acerqué aún más a ella, a su rostro sonrojado, hasta el punto de que nuestros labios estaban a punto de tocarse. Su vestido se había subido un poco debido a que me había acercado tanto a ella.

-¿Podría ser que me preocupo por ti? ¿O tal vez que no puedo estar tranquilo sabiendo que tardas tanto? ¿O tal vez que no soporto que estés lejos de mí ni siquiera cinco minutos con cuarenta y dos segundos? - Cada palabra que decía rozaba nuestros labios. Mi mandíbula se tensó.

Me obligué a alejarme un poco de ella, liberando todo el aire de mis pulmones lentamente, acercando mi frente a la suya para evitar que nuestros labios se rozaran. Era una tentación que no sabía cuánto tiempo podría resistir sin besarla.

Me centré en sus ojos, reflejaban culpa, joder, no quería eso. Mi cuerpo se relajó después de unos segundos incómodos. Intenté alejarme de ella, pero no me lo permitió. Enrolló sus piernas alrededor de mi cintura, quedándome inmóvil.

-¿Qué es lo que realmente te molesta?

-Nada.

-Te conozco lo suficiente como para saber que algo te molesta.

-Deberíamos volver - dije, intentando liberarme de sus piernas.

Accedió a mi petición y desenrolló sus piernas de alrededor de mi cintura. Maldije en voz baja y di dos pasos hacia atrás. Antes de salir del baño, dije:

-Aléjate del camarero si no quieres que lo mate

Salí del baño y di un paso adelante para dirigirme a la mesa. Antes de continuar caminando, eché un vistazo detrás de mí. Había un cartel en la cocina que indicaba que solo el personal estaba autorizado a pasar. Comprendí entonces por qué el camarero atravesaba el baño para llegar a la cocina ¿por qué querría el camarero entrar al baño de mujeres? Negué con la cabeza, en esta vida nunca se sabe. Avancé hacia la mesa, sintiendo la presencia de Amara detrás de mí. Al sentarme, pude percibir la mirada de desaprobación de las dos mujeres sentadas allí. Decidí ignorarlas.

¿En Que Momento Me Enamore De Ti?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora