Epílogo

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Gavin sostuvo la tartaleta dulce entre sus manos luego de darle un mordisco pequeño, sentado junto a Richard en una de las tantas banquetas del puente de Detroit. Él observó a su compañero, quien tenía una mirada tranquila, observando el paisaje nocturno, lleno de las luces brillosas y resplandecientes de la ciudad. Se preguntaba cómo supo que le gustaba ese sabor chocolate, dulce. Para alguien tan amargo como él.

Se preguntó también, ¿Cómo sabía Richard que ese día era su cumpleaños? El día que se conocieron, cuando enfrentó a su exnovio en aquel restaurante...

Richard respiró profundamente y exhaló —Extrañaba esto— comentó, con sus mejillas y nariz sonrojadas por el frío.

Gavin no dijo nada. Bajó su mirada a sus manos y comenzó a juguetear con sus dedos y la tartaleta, moviéndola suavemente de una mano a otra.

—Perdón.

—¿Otra vez con eso?— Richard negó con la cabeza, girando su cabeza de lado para mirarlo, —¿Por qué estás disculpándote?

Sabes por qué, Nines— Gavin respondió, levantando su mirada para verlo. —¿Esperas que me crea lo de la empresa de tu madre?

—Esperaba que sí...— Richard se rio y encogió un hombro.

—Eres un idiota.

—Gavin— Richard posó su mano suavemente sobre la de Gavin, deteniendo su movimiento ansioso, —No importa, de verdad.

Gavin ladeo su sonrisa. No sabía por qué sentía que Richard no estaba siendo sincero con él. Quizás fue el hecho de que llorara aquella vez. No lo sabe bien, pero...

—Sabía que habías vuelto con él.

—¿Connor te lo dijo?

—No. Yo, simplemente lo sospeché. Esperaba que me lo dijeras por tu cuenta, pero me sorprendió que lo hicieras para vengarte de mí.

Lo siento— Gavin volvió a disculparse, sonrojado por el frío que hacía entonces y la vergüenza que sentía al recordar que se había acostado con Adam solo para molestar a Richard.

—Deja de disculparte, se siente extraño— Richard quitó su mano sobre la de Gavin, —Vas a romper tu cajita de disculpas y no vas a volver a hacerlo. Además, sé que lo hiciste para llamar mi atención.

—¿Tu atención?— Gavin frunció el ceño, mirándolo con molestia.

—Sí, estabas desesperado por mi atención.

Gavin rodó los ojos, —No fue así, pero si quieres pensarlo así... Allá tú.

—¿Qué?— Richard miró el rostro sonrojado de Gavin, —¿Vas a negarlo? Oh, Gavin, no puedo creer que te dé vergüenza admitirlo.

—Nines, solo...— Gavin suspiró, —Está bien, tú ganas. Quería llamar tu atención, ¿Está bien?

—Ya lo sabía.

—Vete a la mierda.

...

—Supongo que podría acostumbrarme a comer aquí— Gavin llevó el tenedor con pasta a su boca, —Mm, siempre que me invites tú, por supuesto.

—¿No te has acostumbrado ya?— Richard alzó una ceja, mirándolo, —¿Cuántas veces hemos comido aquí en estos meses?

—Pero eso es porque le tienes demasiado miedo al éxito y no quieres probar las deliciosas hamburguesas del puesto frente al departamento de policía. Hank no va más desde que se puso de novio con Connor, necesito un compañero nuevo.

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