El día del festival, la familia real se reunió en el majestuoso palacio de Rivenhart. Mi hermano Tristán, el príncipe heredero, y yo fuimos los primeros en prepararnos. Mi madre, la reina Elysia, había sido una gran influencia en mi vida, y su recuerdo siempre me acompañaba. Llevaba un vestido que ella había usado en uno de los festivales, como un homenaje a su memoria.
La comitiva real salió del palacio en un carruaje tirado por caballos, con gran pompa y escoltados por la guardia real. A medida que nos acercábamos a la academia, nos recibieron los directores del instituto. Había apretones de manos y palabras de bienvenida, y luego nos dirigimos hacia el palco de honor, ubicado en un lugar privilegiado desde el cual podríamos disfrutar de todas las competencias.
El palco estaba decorado con los colores de la realeza, y los estandartes del reino ondeaban al viento. Mientras tomábamos asiento, la multitud se congregaba en el vasto campo donde se llevarían a cabo las pruebas del festival. La emoción en el aire era palpable, y los rostros de los asistentes reflejaban la alegría y la expectativa de un día de celebración.
Mi padre, el Rey Leonhart, se sentó en el centro del palco, imponente y serio como siempre. Tristán, con su actitud recta y comprometida, estaba a su lado, listo para representar a la familia real. Lucian, el cazador de la familia, miraba con interés hacia el campo donde se llevarían a cabo las competencias.
Yo, Isabella, me senté al lado de Lucian, lista para participar en las ceremonias de premiación y los anuncios oficiales del festival. Aunque disfrutaba de estos eventos, mi mente a menudo divagaba hacia otros asuntos, como los asuntos comerciales del reino y las alianzas políticas que estábamos forjando.
Althea, la princesa menor, era la más inusual de todos. Pasaba gran parte del tiempo en su propia torre, conocida por todos como la "princesa loca". Era raro verla en eventos como este, pero su ausencia en el palco de honor no pasó desapercibida.
Desde el palco, teníamos una vista privilegiada de las competencias que se desarrollaban en el campo. La emoción se intensificó a medida que los concursantes demostraban sus habilidades y destrezas. Era un día de celebración y competencia, y todos esperaban ver quiénes se destacarían como campeones en las distintas pruebas del festival.
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A lo largo del día, se llevaron a cabo diversas pruebas en el festival, cada una destinada a exhibir una habilidad única. Desde duelos de espada y arquería hasta competencias de magia y carreras de obstáculos, el festival ofrecía una amplia variedad de desafíos.
La multitud observaba con entusiasmo y aplaudía a los participantes mientras se esforzaban por destacar en sus respectivas disciplinas. Los aplausos resonaban en el campo, creando un ambiente festivo y animado.
Mientras tanto, en el palco de honor, mi padre, el Rey Leonhart, entregaba personalmente los premios a los campeones de cada prueba. Era una tradición que demostraba el apoyo de la realeza a los talentos del reino y la importancia que se le daba a la excelencia en todas las disciplinas.
Tristán, como el príncipe heredero, también desempeñaba un papel destacado en la ceremonia de premiación. Le correspondía a él felicitar a los campeones en nombre de la familia real y del reino. Con su actitud regia y su capacidad para hablar en público, Tristán era un digno representante de la corona.
Las competencias continuaron a lo largo del día, y la multitud siguió disfrutando de la emoción y el espectáculo. La interacción entre la familia real y los ciudadanos era importante en este día de celebración, y todos compartían un sentimiento de orgullo y unidad en el reino de Rivenholme.
A medida que el sol se ponía en el horizonte, y los últimos premios se entregaban, la familia real se retiró del palco de honor con la satisfacción de haber presenciado un exitoso festival. El regreso al palacio estaba lleno de conversaciones animadas sobre los logros de los concursantes y la alegría de la celebración.
Pero, en medio de la alegría y la emoción, Althea seguía siendo una presencia enigmática y ausente. Aunque su participación en el festival no era esperada, su ausencia dejaba una pregunta sin respuesta en el corazón de su familia: ¿por qué la princesa loca no estaba allí para disfrutar de la festividad?
Isabella regresó al palacio después del festival con una mezcla de emociones. Aunque había disfrutado de la celebración y de la oportunidad de pasar tiempo con su familia, no pudo evitar sentir una sombra de preocupación por la ausencia de Althea. La princesa loca siempre se había mantenido al margen de las festividades, pero esta vez su ausencia había sido más notoria.
Después de cambiarse de ropa y dejar sus pertenencias en su habitación, Isabella decidió buscar a Althea. Sabía que la joven princesa tenía una predilección por el jardín trasero del palacio, así que se dirigió hacia allí con determinación.
Al llegar al jardín, encontró a Althea sentada en uno de los bancos, mirando fijamente las flores con una expresión ausente. Isabella se acercó lentamente y se sentó a su lado, notando la distancia que había entre ellas. Althea, con su cabello blanco y sus ojos purpuras, parecía una figura etérea en medio del jardín.
"¿Dónde estabas, Althea?" preguntó Isabella con suavidad. "Todos te extrañaron en el festival. Papá estaba preocupado."
Althea no respondió de inmediato. Sus ojos seguían fijos en las flores, como si estuviera perdida en sus pensamientos. Finalmente, susurró: "No quería estar allí, Isa. No entiendo por qué todos celebran tanto."
Isabella asintió comprensiva. Sabía que Althea a menudo se sentía abrumada por las festividades y la atención pública. La joven princesa prefería la tranquilidad de la biblioteca y sus libros a la agitación de los eventos sociales.
"Entiendo cómo te sientes, Althea," dijo Isabella con empatía. "Pero eres parte de esta familia y de este reino. Tu presencia en el festival habría significado mucho para todos. Además, papá está preocupado por ti. No puedes seguir evitando las responsabilidades reales."
Althea suspiró y finalmente apartó la mirada de las flores para mirar a su hermana. Sus ojos purpuras parecían tristes. "Sé que el rey no está preocupado, pero es difícil para mí, Isa. A veces siento que no encajo en este mundo, que no puedo ser lo que se espera de mí."
Isabella puso una mano reconfortante en el hombro de Althea. "Eres única, Althea, y eso es lo que te hace especial. No tienes que encajar en un molde preestablecido. Pero debes encontrar tu propio camino y cumplir con tus responsabilidades de la mejor manera que puedas. No estás sola en esto, siempre puedes contar conmigo."
Althea asintió, agradecida por las palabras de su hermana. Sabía que Isabella entendía sus luchas y que estaría allí para apoyarla. Aunque el camino hacia la aceptación de su papel como princesa sería difícil, Althea no tendría que recorrerla sola. La conexión entre las dos hermanas seguía siendo fuerte, a pesar de las diferencias que las separaban.
Althea consideró la posibilidad de contarle a Isabella sobre su encuentro en el bosque con Ralff, pero finalmente decidió mantenerlo como su propio secreto. Aunque Isabella era su hermana y confidente más cercana, sentía que este encuentro especial en el bosque tenía un significado personal que quería preservar.
Mientras contemplaba las estrellas en el cielo nocturno, Althea se dio cuenta de que había encontrado a alguien con quien podía hablar libremente, sin la carga de ser una princesa. Ralff no la conocía como la princesa Althea Rivenhart, y eso le permitía ser ella misma sin ninguna expectativa.
Guardando el secreto en su corazón, Althea sonrió para sí misma y agradeció el encuentro en el bosque. Sabía que este nuevo amigo sería un refugio en medio de las responsabilidades de la realeza y las expectativas de su familia. Por ahora, disfrutaría de su amistad con Ralff en silencio y con la certeza de que tenía un confidente en quien confiar.
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Rivenholme
FantasyEl reinado llega a su fin. Un joven noble intenta cambiar el país en el que vive. Pasando por alto las rivalidades, la amistad y el amor pueden encontrarse en cualquier lugar. Experimenta como viven nuestros jóvenes protagonistas y los desarrollos...