Iba caminando a la parada del camión, (si prefieres, llámalo microbús) cuando entraste en mi campo de visión.
Al principio, sólo podía ver tu espalda pero al ir avanzando, detuve mi mirada en tu cabello.
En como tu cuello era muy fino.
En lo ancha que era tu espalda.
Y en tu manera de vestir.
Eso fue lo que más me llamó la atención.
La gente que solía recorrer estas calles, no vestía como tú.Llegué a la parada y me recargué en el anuncio en el que tú también estabas recargado.
Me miraste de reojo.
Me coloqué los audífonos y puse mi música en aleatorio.
Te miré de reojo.
Sacaste tus audífonos y te los colocaste, provocando que el susurro de tu música llegara a mis oídos.
Mirabas al infinito.
Te veías tan cerca,
Pero estabas demasiado lejos.
Estabas presente,
Pero te habíamos perdido.
¿En qué pensabas?
Veías, absorto, el cielo nublado.
¿No te gustaba como se veían las nubes ese día?
Tenías la mirada perdida.
Y sólo regresaste la mirada, cuando escuchaste que el camión llegaba.
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Para el chico de la mirada perdida:
Conto¿Alguna vez has pensado en la posibilidad de encontrarte a alguien especial de la manera más normal? Como en esas historias donde el protagonista va en el tren o en el metro, voltea a algún punto del transporte y se cruza con una persona que le pare...