Me acerqué a la puerta de salida.
Estaba a punto de bajarme.
Y me sentía feliz.
Lamento haber sido tan tímida, chico que me miraba en el camión.
Lamento haber caminado a la salida en vez de hablar contigo.
Pero no es normal que me hubieras hablado.
Mucho menos, que me hubieras dado las buenas tardes.
Eras todo un misterio.
Y me hubiera gustado decifrarte.
¿El problema?
Ya no nos quedaba tiempo.
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Para el chico de la mirada perdida:
Historia Corta¿Alguna vez has pensado en la posibilidad de encontrarte a alguien especial de la manera más normal? Como en esas historias donde el protagonista va en el tren o en el metro, voltea a algún punto del transporte y se cruza con una persona que le pare...