Como si el mismísimo Zeus me hubiera escuchado,
El tráfico se hizo presente.
¿Y qué si tenía que quedarme parada todo el camino?
Al menos, sabía que podía voltear y atraparte mirándome detenidamente.
Cuando el camión se detuvo completamente, varios comenzaron a bajar.
Y los entiendo,
A nadie le gustaría quedarse en el tráfico, si podían llegar más rápido caminando.
Pude haberme bajado.
Y no lo hice.
Porque te miré.
Y vi lo perdido que estabas.
Vi como mirabas aquél pequeño rayo de sol entre las nubes.
¿Qué añorabas?
¿A quién esperabas?
Estando en aquella posición, pude admirar tu perfil.
¿Sabes? No suelen gustarme el perfil de las personas.
¿Por qué? Ni siquiera yo lo sé.
Tú no eras la excepción.
Pero tenías una pequeña nariz respingada.
Otro toque más a tu increíble atractivo.
Como si te hubiera mandado llamar,
Volteaste,
Me viste,
Y volviste a sonreir.
El recorrido que solía hacer en 15 minutos, lo hice en 45.
Nunca valió tanto perder el tiempo.
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Para el chico de la mirada perdida:
Cerita Pendek¿Alguna vez has pensado en la posibilidad de encontrarte a alguien especial de la manera más normal? Como en esas historias donde el protagonista va en el tren o en el metro, voltea a algún punto del transporte y se cruza con una persona que le pare...