Volteaste la mirada,
Tomaste tu mochila,
Me besaste la mejilla
Y lentamente me susurraste
Hasta que el mundo me deje volverte a ver.
Bajaste del transporte,
Miraste el suelo
Y caminaste.
No tuviste el valor de voltear atrás.
Y yo, no tuve el valor para gritarte que estaba justo atrás de ti.
Bajamos en la misma parada, chico de los ojos miel.
Pero tú tenías un problema,
Y yo no era tu solución.
Mirabas ventanas para evadir la realidad que te atormentaba.
Coqueteabas para llenar de palabras el vacío que te ahogaba.
Sonreías y huías del karma.
Con tu alma en la mano.
y tu corazón destrozado.
Aún teniendo en cuenta eso,
Tome el camino que tomaste
Y descubrí que vivías más cerca de lo que creía.
Podría ser tu amiga.
Podría haberme convertido en tu salvavidas.
Pero tú no volteaste la mirada.
Y yo, no te dije nada.
Te vi entrar a tu casa,
Seguí mi camino con la mirada gacha.
Y nunca te volví a ver.
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¡Terminado!
¿Cómo les ha parecido? ¿Ha sido de su agrado? Espero que sí.
¡Muchísimas gracias por haberme leído y por haberme apoyado a lo largo de esta historia!
[Aunque no haya sido tan larga]
Los quiere por siempre,
A.
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Para el chico de la mirada perdida:
Historia Corta¿Alguna vez has pensado en la posibilidad de encontrarte a alguien especial de la manera más normal? Como en esas historias donde el protagonista va en el tren o en el metro, voltea a algún punto del transporte y se cruza con una persona que le pare...