El camión que me llevaba a mi casa podía ser cualquiera que yo eligiera.
Todos iban por la misma ruta.
Por lo mismo, decidí subir al camión en el que vi que te ibas.
Vi como pagabas tu pasaje de ida,
Vi la manera en la que recorrías el camión con la mirada,
Y te dirigías al primer lugar desocupado.
Me quedé mirando la manera que mirabas todo, por varios segundos.
Tienes unas pestañas pequeñas.
Pero eso era algo que te hacía lucir más lindo.
O eso creí en ese momento.Ni siquiera notaste que tomaba el mismo transporte que tú.
Al menos, no lo notaste a tiempo.
Y yo, por sólo fijarme en ti, no noté que el camión iba lleno.
Al menos, no lo noté a tiempo.
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Para el chico de la mirada perdida:
Historia Corta¿Alguna vez has pensado en la posibilidad de encontrarte a alguien especial de la manera más normal? Como en esas historias donde el protagonista va en el tren o en el metro, voltea a algún punto del transporte y se cruza con una persona que le pare...