Hao dio un último salto al llegar a la tarima, como si de una obra de teatro se tratara dos grandes telones rojos la cubrían. El príncipe se asomó con cuidado. Todo alrededor tenía decoraciones con luces de luciérnaga y flores. A unos cuantos metros su padre se encontraba frente a dos hadas. El rey, era un hombre fuerte, de porte musculoso y poderoso con una barba blanca y larga. Estaba de espaldas, revisando los últimos preparativos. Hao feliz de verlo dio un paso para ir con él, pero dos hadas pasaron por enfrente y sin saludarlo lo barrieron con la mirada haciendo muecas de disgusto, se fueron cargando dos macetas con flores y cuchicheando entre sí. La sonrisa de Hao se desvaneció una vez más. Apretando los dientes, se incomodó de repente. Tímido se fue acercando a su padre. Las hadas que estaban con el rey notaron su presencia, pero al igual que las anteriores, decidieron ignorarlo.
—Entre este color y este, me gusta más este, que sea de seda violeta —indicaba el rey a las hadas.
—Padre —lo llamó Hao. El rey dio la vuelta. Las hadas se inclinaron ante el rey antes de marcharse. Pasaron también por enfrente de Hao sin decir nada, sin mirarlo; una vez más, el príncipe las siguió mostrando una mirada preocupada en lo que se alejaban.
—Hola, hijo ¡Que gusto me da verte! —el rey extendió los brazos y con una gran sonrisa y mucha felicidad se acercó para abrazar a su hijo. Al parecer era el único feliz de verlo. Al separarse apretó sus hombros con las manos—. Hace un buen día ¿Estás listo para la ceremonia?
Hao lo miró, no sabía cómo abordar lo que le quería decir. Pensaba decirlo tranquilo y con una sonrisa, pero la situación con sus compañeras había influido en su modo de querer decirlo.
—...De hecho, de eso mismo es de lo que he venido a hablarte, padre —dijo, no muy seguro.
—¿Qué pasa Hao? Tú siempre estás tan contento ¿Qué ocurre? —su padre lo miró preocupado.
—Es... sobre la coronación —tartamudeó Hao, primero bajando la mirada y después alzándola para ver a su padre hacia arriba. El rey era un hombre muy alto—. En realidad, no estoy seguro de poder hacer esto. Mis compañeras no están contentas —. La expresión de Hao, el rey la asimiló a un cachorrito entristecido y asustado.
—Es normal Hao, sabíamos que no lo estarían —colocó una sola mano sobre su hombro para intentar tranquilizarlo.
—Es que... no estoy seguro, si me coronan, perderé la oportunidad de enamorarme, y yo, realmente quiero enamorarme —Hao junto las manos en modo de súplica—. Por favor, padre, cancelemos la coronación, estoy seguro de que pronto voy a enamorarme, dame la oportunidad de encontrar a mi pareja de vida, aunque sea denme dos décadas más, por favor.
El rey soltó un suspiro muy pesado. Entristecido por la súplica de su hijo. Sabía que se lo pedía desde el fondo de su corazón.
—Lo siento, Hao. Ya hablamos de esto —otra vez el rey puso ambas manos en sus hombros—. Nuestro reino estará en peligro pronto si no tenemos la coronación de un rey. Nuestros enemigos: los duendes, trols y animales salvajes están poniendo nuestro bosque en la mira para invadirlo y después quitárnoslo; ya se han dado cuenta de que nos estamos tardando en coronar a un nuevo rey. Lo hablamos en la junta el otro día. Al coronarte, les estaremos quitando ese atrevimiento.
A lo que el padre de Zhang Hao se refería, era a que cuando un príncipe es coronado para ser rey, como se trata de un rey nuevo, se le otorga cualidades muy poderosas que le permite proteger el bosque apropiadamente. Los reyes de los bosques se vuelven tan poderosos que los enemigos no se atreven a acercarse. El poder del padre de Hao había disminuido conforme él no encontraba pareja, y los enemigos lo sabían, por eso había llegado la hora de considerar la coronación. En la junta que se había tenido con las hadas de su bosque, dentro de un gran árbol y en una mesa redonda de tronco, Hao había aceptado con valentía la coronación. Sin embargo, no había podido quitarse la idea de la cabeza de que si era coronado, nunca cumpliría su deseo de enamorarse. Siempre había fantaseado con la idea de una boda y felizmente tomado de la mano de su pareja de vida, le aterraba deshacerse de ese deseo para siempre.
—Lo siento Hao, de verdad, sé cómo te sientes, pero... ya es hora de aceptar la realidad, eres un hada soltera y siempre lo serás, eso lo tienes que aceptar.
Hao lo miró con una tristeza profunda, en todo ese tiempo, su padre nunca había aceptado a Hao como Uno en un Millón, como lo habían hecho las demás hadas, jamás había mencionado su soltería tan directamente, porque al igual que él, esperaba que encontrara a su pareja de vida, a su amor verdadero, en algún momento.
En la junta se tomó esa decisión precipitada de coronar al príncipe Hao en lo que llegaba una nueva generación de hadas, en donde, el linaje real se rompiera para elegir un nuevo linaje real con un nuevo príncipe al que Hao le pasaría la corona para tener un rey "verdadero", como lo dijeron el grupo de las hadas en la junta.
—Pero yo... —empezó Hao, y después, las palabras se le fueron. Si su padre lo aceptaba como un hada soltera, eso significaba que estaba muy preocupado por la protección del bosque y las hadas. El rey nunca le diría eso en otras condiciones, al contrario, mantendría la esperanza junto a él.
Su padre lo apreció con atención. Era la primera vez que presenciaba una gran y profunda tristeza en su hijo. Por lo regular, él sabía que Hao era de los que guardaban rápidamente lo que sentían y mostraban una sonrisa, sin embargo, ahora que lo veía así, no estaba seguro de que hacer. Estaba entre decidir por el bienestar de su hijo y el bienestar del bosque y las hadas de la comunidad.
El rey decidió no pensarlo mucho.
—Hijo... Si es así como te sientes, no tienes que hacerlo.
—¿Eh? —Hao se sorprendió.
—Por ti, hijo, les anunciaré a nuestra comunidad que la coronación será cancelada. Tú me importas más.
El príncipe en lugar de ponerse feliz, se quedó estático, porque eso significaba que si no era coronado ese día, sus compañeras las hadas se preocuparían mucho por la seguridad del bosque. El rey se alejó un poco y le hizo saber la noticia de que el evento se cancelaría a las dos hadas que organizaban el evento con él, mismas que habían pasado junto al príncipe y lo habían ignorado. Las dos hadas se sorprendieron y Hao vio la preocupación y miedo en sus rostros, eso a Hao no le gustó. Las hadas se alejaron corriendo, despavoridas, y eso le hizo al príncipe recordar cuando en la junta de ese día, él mismo se había armado de valor para aceptar la coronación. Recordó que la razón por la que aceptaba era principalmente para proteger a sus compañeras las hadas.
—¡Padre! —Hao lo llamó con fuerza antes de que este se fuera. Se colocó con firmeza frente a él—. Lo siento, padre, me disculpo, creo que estoy siendo muy egoísta. Es verdad que no quiero que me coronen porque mi destino sería sellado para siempre, porque sería renunciar a mi sueño de encontrar a mi amor, pero... tengo que recordar que mis compañeras son más importantes para mí, por eso, como dices, es hora de aceptar mi destino.
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Mystical Guardián - Zb1- HAOBIN
FanficÉl es el príncipe de las hadas por eso no tiene alas. No puede ser coronado pues no ha encontrado el amor. Se convierte en hada de los sueños para proteger a Matthew, pero queda cautivado por Hanbin a quien decide ir a visitar mientras duerme, cree...