Mystical Guardián - Zb1- HAOBIN

*⁠.⁠✧ 18. Going Crazy Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ

―Las hadas de mi bosque no me quieren, Hanbin ―dice hacia él―. Les estaría haciendo un favor.

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El césped bajo sus pies se movió ligeramente tras su paso. Los primeros rayos del sol lo iluminaban mientras él caminaba tranquilamente por la plaza principal, la cual en ese momento se encontraba vacía. Solo las aves y pequeños animales como roedores eran los únicos que se habían percatado de su presencia. Se detuvo un momento en el centro en donde siempre veía a las parejas bailar y aprovechó para dar un estiramiento con una mano al sol. Había sido una larga noche. Sonrió al nuevo día, la nueva mañana.

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Del otro lado del bosque, la nueva junta se estaba organizando a la espera de las hadas administradoras del bosque de los sueños y las hadas administradoras del bosque del amor y la bondad.

—Su majestad, ¿está listo?

El rey del viento se colocó su elegante abrigo en lo que su ayudante le tendía el café en una bandeja de oro.

—Lo estoy, solo espero a que los demás estén aquí.

Para que estén ahí, todas listas para dar resolución al asunto con el príncipe Hao.

Lo que nadie sabía, era que Hao se les había adelantado.

Las mariposas volaron en la entrada del palacio cuando Hao llegó con mucha seguridad.

—Su padre está en el salón real, como lo ordenó, príncipe Hao —le hizo saber un hada del personal, inclinándose ligeramente.

—Gracias —dijo, manteniendo su sonrisa. Acto seguido, ingresó al palacio, a paso veloz, atravesó el corredor hasta que llegó a las imponentes puertas del salón principal, en donde se hallaba el trono real del rey. Abrió las puertas de un solo movimiento y se sintió complacido al ver que su padre ya se encontraba sentado en el trono. Él se notaba confundido y preguntaba a sus asistentes si su hijo de verdad le había pedido verlo, pero con él sentado en el trono. Todo le parecía muy raro. El rey solo tomaba asiento en el trono ante circunstancias muy serias. Se sorprendió aún más al ver a su hijo ingresando al salón con una sonrisa en los labios.

—Hijo, ¿qué...

—No digas nada, padre —. A una distancia considerable, Hao se inclinó con una rodilla pegada al suelo, el antebrazo recargado y la frente mirando hacia el azulejo. Poniendose un poco más serio—. Antes que nada padre, quiero agradecerte por todo lo que has hecho por mí, por el amor, dedicación y esfuerzo en todos estos años, sé que no ha sido sencillo para ti después de la partida de mi madre. Siempre estaré agradecido con todo el amor que me enseñaron. Nunca lo olvidaré y también a este mundo que tanto he amado a pesar de todo.

—Hao... ¿Por qué estás diciendo todo eso? —preguntó preocupado.

—Padre... —con lentitud, Hao fue elevando la mirada—. Padre, he venido a pedirte que me conviertas en humano.

Un silencio se profirió en el salón, antes de que las hadas asistentes salieran corriendo totalmente desesperadas.

—¡El príncipe se ha vuelto loco!

En el bosque el chisme se extendió, despertando a todos como si fuese una bomba.

—¡¿En serio dijo eso?!

—¿Qué le pasa? ¡Está loco!

—No puedo creerlo.

Atravesando cada rincón hasta que llegó a los oídos de las hadas que ya estaban reunidas. El rey del viento listo para dar inicio a la junta. El ayudante derramó el café que iba para las demás hadas y voló en la sala para llegar al oído del rey, quien estaba confundido al principio, luego escuchó lo que el hada tenía que decirle.

—Zhang Hao ha pedido ser convertido ¡En un humano!

—¡¿Qué?! —golpeó sobre la mesa con las manos abiertas.

Mientras tanto, Hao volvía a sonreír; a esas alturas, el chisme ya debía haber llegado a todas las hadas de su bosque. Golpeándolas como si fuese una ola.

En lo que ellos planeaban decidir por él, Hao había tomado una decisión, y lo había hecho por y para sí mismo.

╰⊱⭐⊱╮No iba a permitir que decidieran en su lugar.╭⊱⭐≺

—¡Trae mi cetro! ¡Rápido! —chasqueó el rey del viento.