-Entonces no permitas que coloquen esa corona sobre tu cabeza...
Las palabras de Ricky resonaban en la cabeza del príncipe Hao mientras iba de regreso a su bosque, listo para enfrentarse a la realidad. Debía prepararse para la coronación que no faltaba mucho para llevarse a cabo.
Intentó esconderse entre los arbustos desde donde alcanzaba a ver a sus compañeras, ya todo parecía estar casi listo. Los adornos de flores hermosamente colocados por todas partes, las largas bancas de tronco que habían sido movidas en dirección al escenario para que todos los presentes pudieran presenciar con comodidad la coronación, en especial en los lugares reservados para las hadas invitadas de los bosques vecinos. Por las bellas decoraciones, era inevitable darse cuenta de que se trataba del evento más grande que había tenido el bosque en décadas. Hao pasó de puntillas por detrás de los arbustos, cuido tanto que nadie lo viera pasar que terminó estrellándose contra un hada masculina que se cruzaba de brazos.
-¿Otra vez ocasionando problemas, Hao? -el hada lo miró con desaprobación.
-Te estaban buscando hace rato, ¿en dónde estabas? -el hada le hizo una mueca de desagrado.
-Ehm, bueno, yo estaba...
-¿Sabes qué? No importa. Me dijeron que si te veía te dijera que debes ir al árbol del sauce para alistarte.
-¿El árbol del sauce? -Hao reaccionó, sus orejas se movieron, sus ojos se llenaron de ilusión. Desde niño había estado soñando con ese momento. El día de su preparación.
-¡Sí, sí, ya voy! -saltó irradiando alegría, sin poder contenerse corrió hacía el camino que lo llevaría al árbol del sauce, lo sabía de memoria. Finalmente había llegado el momento que tanto había deseado con la habitación del árbol del sauce, ¿qué habría de aperitivos? ¿Pay de frutas? ¿Barras de chocolate? ¿Vino? ¿Caviar? ¿Y qué hay del baño con pétalos de rosas? ¿Y los perfumes? ¡Ah, y un buen masaje que le hacía falta! Como fuese el caso sus compañeras estarían a...hí. Hao se detuvo. Llegó al lugar, pero la puerta estaba cerrada y todo alrededor se encontraba solitario. Movió sus manos con un poco de ansiedad. Observó otra vez para asegurarse de no haberse equivocado. No, era imposible que se equivocara, era el lugar, lo sabía bien. Era en donde había estado su amigo Ricky y los demás futuros reyes que de lejos él había observado. Sintiéndose nervioso, jugo un poco más con sus manos y después procedió a abrir la puerta lentamente. Las bisagras de la puerta de madera chirriaron un poco. Dentro todo estaba oscuro y solitario. Hao, confundido ingresó a la habitación despacio. Dejó la puerta abierta para que pudiera entrar la luz y ver mejor el interior. Por lo regular él sabía que las hadas que acompañarían al rey estarían listas de antemano para recibirlo, con luces de luciérnaga encendidas por todas partes de ser necesario. Hao caminó un poco más al ver un pequeño destello. En medio de la habitación había una única silla de madera y sobre esta había un traje blanco con su corona de príncipe encima. La tradición era que al final de la preparación el príncipe debía portar su corona de príncipe que le fue dada al ser revelado y luego esta le sería quitada para reemplazarla por la corona de rey, era indispensable no olvidar ese detalle. Hao miró el traje y su corona, definitivamente alguien debió haber entrado para dejar ahí sus pertenencias, extrañado elevó la mirada y comprobó la habitación, no había nada, en donde debía estar el supuesto banquete, estaba vació, a su costado en donde debían estar los instrumentos para arreglarlo tampoco estaban, echo un vistazo por arriba de su hombro, no había velas ni perfumes, la tina de baño estaba vacía ni siquiera había agua preparada con pétalos de rosa. Hao regresó, con la mirada abajo, hacia la silla, y lo entendió. Hizo a un lado la corona y sostuvo el traje a lo alto para admirarlo. Sonrió.
-Es bonito -dijo. Acarició la hermosa tela y sostuvo las prendas en su regazo.
Con la poca agua que salió de la regadera de a lado de la tina de baño se dio una ducha rápida. Había dejado la puerta abierta para que entrara un poco de luz. Su cabello seguía mojado mientras se iba poniendo el traje, no entendía bien como poner los complicados botones de la camisa. Intentaba no pensar en la imagen de las hadas que alistan al futuro rey de pies a cabeza.
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Mystical Guardián - Zb1- HAOBIN
Fiksi PenggemarÉl es el príncipe de las hadas por eso no tiene alas. No puede ser coronado pues no ha encontrado el amor. Se convierte en hada de los sueños para proteger a Matthew, pero queda cautivado por Hanbin a quien decide ir a visitar mientras duerme, cree...