Después del instituto Caroline se va a la playa, se pone los audífonos y contempla las olas, no puede evitar dejar de pensar en Eddie, han faltado a la primera asignatura, Eddie tomó un atajo que pocos conocen y lo hicieron en la parte trasera del coche, las insinuaciones comenzaron en el desayuno, mientras la chica pasaba su lengua a una cuchara con Nutella.
Cuando mira el mar y piensa en él, olvida lo que realmente son, no se siente culpable, no como cuando están cenando con sus padres y ella recuerda los susurros de Eddie, mientras lo hacen, él siempre le pregunta dónde puede correrse, entonces ella se vuelve completamente roja y siente como un malestar en el estómago, porque la vergüenza es demasiada, aunque sabe que es sólo un juego de dos chicos demasiado aburridos.
Siente la presencia de alguien que está a su lado, y sonríe desde antes porque piensa que es Eddie, entonces sólo habla, sin mirarlo.
Pensé que te irías con tus amiguitos, dice ella.
¿Perdón?, esa voz no es de Eddie.
Caroline se voltea de inmediato y se encuentra con Jack, el vecino nuevo. La chica sólo se para rápidamente, él la observa con una sonrisa.
¿Te asusté?, pregunta.
Creí que eras otra persona, la chica recoge sus cosas. No le parece demasiado prudente charlar con su vecino tan a solas, ese lugar de la playa queda bastante retirado, podría perfectamente cometerse un crimen y nadie lo notaría, eso es lo que la chica siempre piensa cuando se halla demasiado sola allí.
¿Te vas? acabo de llegar, lo dice entre risitas.
Debería volver a casa, dice Caroline.
Te llevo. Voy en coche, Jack le sonríe, ella mira hacia todos lados medio preocupada, cree que es una tontería estar tan asustada de un tipo que se ve realmente agradable.
Me gusta caminar, dice la chica, con su mirada perdida en unas piedrecillas, escucha la risa de Jack, y lo mira.
Voy a sentirme realmente mal si es que no te llevo. Además, sería bueno que tus padres me conozcan. Soy el nuevo vecino y siempre rondaré por acá. Puedo serles útil en todo momento ¿no lo crees?, su sonrisa parece amable, entonces ella sólo suspira, asiente y sigue los pasos del hombre.
Tiene el coche aparcado unos pasos más allá, se asienta de copiloto, él le ha abierto la puerta, sabe que no le debe nada a Eddie, pero esos actos tan caballerosos de un tipo aparentemente de unos cuarenta años, no le resultan tan encantadores, no como le resulta el actuar de Eddie, cuando es mínimamente caballeroso con ella.
¿Cuántos años tienes?, pregunta él mientras conduce.
18, responde ella.
Vaya. Te ves algo más grande, Caroline no sabe si es un cumplido o si le ha llamado derechamente una vieja decrépita. ¿Cuánto crees que tengo yo?
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she's thunderstorms
FanfictionEddie y Caroline son los hijos de una familia armada, abandonados por sus padres que están más enfocados en darles un buen pasar económico, parecen no caer en la cuenta de que poco a poco se sumergen en una relación extraña, intensa, y con ojos ince...