"Lujuria"

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" My kinda love, force me and choke me 'till i pass out "

Lev-
Nunca encontré un hombre como tú, diablos hombre eres una raza extraña, como si estuvieras escondido, pero llegaste hasta mí.
Hazle saber a todos que yo no comparto, tu eres el tipo con el que me quiero casar.
Tu me das energía, me haces sentir en el cielo, estamos hechos el uno para el otro y es difícil mantenerme tranquilo si hay otras perras queriendo ocupar mi lugar.

Me encontraba tendido en mi cama, mi mente divagó en fantasías subidas de tono con Viktor.
El alcohol me pone algo estúpido, por lo que mis fantasias se elevan cada vez peor, como si fuera un gato en celo.
"A la mierda" dije para mis adentros, mi pecho sentía una presión que no me la quitaría ni yo, solo lo quiero a él, solo a él.
Bajé las inmensas escaleras de la casa y ahí estaba él, sentado...estaba en una reunión de trabajo con la cámara de la notebook encendida, por lo que no podría interrumpirlo.
Sus brazos enormes se encontraban extendidos sobre la mesa, por lo que accedí a acariciar estos hasta llegar a sus venosas manos.
Su mirada se desvía de a ratos...quiero que me haga suyo pero no sé cómo decirle.
El trabajo lo mantiene muy ocupado, él solo tomó mi mano, mis caderas palpitaban, mis mejillas ardían de lo rojo carmesí, mis labios húmedos solo querían fundirse en su boca, su sonrisa tan perfecta me cautiva, me hace pensar cosas tan placenteras.
Ni modo, iré por más whisky...
Me senté a su lado mientras acariciaba su brazo derecho y daba tragos gruesos al whisky, viktor fruncía el entrecejo y eso solo me ponía en celo.
Enojado tomó mi muñeca presionando con poca fuerza para que no volviera a agarrar ese whisky.
Termina tu trabajo viktor, te necesito en la cama.

Al cabo de 15 minutos mi cara se encontraba roja del éxtasis que me provocaba verlo, tan trabajador, atractivo, enojado y prestando atención a cada detalle, mi cuerpo era fuego y ni siquiera me tocó.
Terminó su trabajo, apagó su computadora y me dijo:

- ¿Que te sucede? ¿Por qué estás así cariño? No debes beber mucho, estas caliente, espero no hayas tomado fiebre mi amor.

-sonrie picaro- Mhm...no tengo fiebre, solo necesito algo de tí.


-¿Que cosa? Es algo muy importante?

-Por supuesto que si -Exclamó mordiendo su labio inferior- por qué no me acompañas a mi habitación? Me siento algo...solo.

-Bien, vamos, pero te cargaré...creo que estás un poco ebrio.

-No estoy ebrio, te quiero a ti, quiero morder tus labios hasta que ardan, quiero tu cuerpo junto al mío...me encantas cariño. Te necesito.

Subimos a nuestra habitación y viktor me recostó en la cama,yo no quise dormir por lo que lo tomé del brazo y con la inhibición disminuida por el alcohol, miré a Viktor con ojos fogosos.

- (sonríe travieso) Viktor, hoy quiero que sea una noche especial.

Viktor, notando la embriaguez de Lev, se sintió incómodo pero trató de manejar la situación con sensibilidad.

- Lev, estás ebrio. No creo que sea una buena idea.

Lev, persistente, intentó acercarse a Viktor de manera apasionada.

-No te preocupes, cariño. Quiero demostrarte cuánto te deseo.

Viktor, cariñosamente, trató de contener la situación.

-Amor, lo aprecio, pero quiero que estemos en el mismo nivel. Prefiero esperar a que estés más sobrio para que ambos podamos disfrutar de este momento.


Lev, sintiéndose impulsivo y lleno de deseo, se acercó a Viktor con una mirada intensa y apasionada.

- Viktor, por favor, necesito sentirte cerca esta noche. Hazme tuyo.

Viktor, cauteloso pero tocado por la vulnerabilidad de Lev, lo miró con consideración.

- Lev, entiendo que estás sintiendo fuertes emociones ahora, pero quiero asegurarme de que esto sea lo que realmente quieres.

-suplicante- Viktor, lo deseo con todo mi ser. No puedo resistir la conexión que compartimos.

-Está bien, Lev. Hagámoslo especial, pero recuerda que siempre es importante comunicarnos y estar en sintonía.

-Gracias mi amor. Al fin podré entregarme a ti ¿No crees que es fascinante? -mordiendose el labio inferior-

-Por supuesto cariño, no se si sea lo correcto pero...todo sea por tí.

La pareja se fundió en pasión y fuego por completo, cada tacto, cada beso con sabor a alcohol parecía fascinante para los dos.
Lev estaba entregando algo preciado que creyó no poder dar jamás, su dignidad e intimidad.
Nuevamente viktor tomaba su cuerpo como una joya, dando toques suaves, las yemas de sus dedos no dejaban de acariciarlo y sus falanges no dejaban de tocar el cabello de su contrario, a lo que Lev exigió elevar el nivel de lujuria.

- Golpeame.

- ¿Qué?

- Lo que oíste Viktor. Golpeame, hazme sentir como un esclavo. Anda.

- No. No podría lo siento.

- Está bien, entonces tírame el cabello.

- Lo que digas, travieso...

Ahora agregadas las tironeadas de cabello, Lev estaba hundido en erotismo puro, su boca suplicaba más y más.
Viktor por otro lado le gustaba la idea de que su amado se abriera y diera confianza en este acto tan puro.

Entre jadeos, chapoteos, saliva y demás, la pareja terminó agotada de tanto movimiento y terminaron quedándose dormidos uno junto al otro, abrazados cual recién casados.

Lev se despertó con la cabeza pesada y un sutil dolor que le recordaba la noche anterior. Mientras ajustaba su visión a la luz de la mañana, Viktor yacía a su lado, también despertando lentamente. Recordaron la celebración, las risas compartidas y, por supuesto, el brindis que dejó huella en sus cabezas.

Intentaron recordar los detalles divertidos de la noche mientras compartían risas y se apoyaban mutuamente en la búsqueda de remedios para la resaca. Entre tazas de café humeante y anécdotas compartidas, encontraron en la resaca una nueva forma de conexión, enfrentando juntos las consecuencias de una noche llena de alegría.

Decidieron dar un paseo ligero por el parque cercano, disfrutando del aire fresco y la serenidad que ofrecía la naturaleza. A medida que caminaban, compartieron sueños, metas y pensamientos profundos, consolidando aún más su conexión emocional.

De vuelta en casa, se sumergieron en una tarde de música suave compartida. Se permitieron estar cómodamente en silencio, disfrutando de la presencia del otro sin necesidad de palabras. La resaca se desvaneció lentamente, dejando espacio para una sensación renovada de cercanía y complicidad entre Lev y Viktor.

La jornada terminó con una cena reconfortante preparada juntos, sellando el día con la certeza de que, incluso en los momentos menos glamorosos, encontraban belleza y fortaleza en su relación.

"Blue Hair"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora