Capítulo 5

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1977

Harry, ahora en su quinto año en Slytherin, estaba presenciando un mundo mágico sumido en una oscuridad creciente. La tensión política era palpable, y la influencia de Lord Voldemort se había extendido por todas partes. El Señor Oscuro había infiltrado casi todo el Ministerio de Magia, y sus seguidores, los Mortífagos, actuaban con impunidad.

Dumbledore y otros defensores de la luz estaban pasando por momentos difíciles. Las diferencias políticas y las luchas de poder habían sumido a la comunidad mágica en la incertidumbre y el temor. A medida que avanzaba el quinto año de Harry, los informes de ataques y disturbios a manos de los Mortífagos se volvían cada vez más frecuentes.

La sombra del Señor Oscuro Voldemort se cernía sobre el mundo mágico, y el joven Harry, con los recuerdos de su vida anterior y su conocimiento sobre el futuro, se sentía atrapado en un juego peligroso. A pesar de estar en Slytherin, su perspectiva sobre la magia oscura y su padre, James, lo habían distanciado de los Merodeadores y de su propia familia. Su relación con James se volvía más tensa a medida que las opiniones políticas de ambos se divergían.

Harry, se había transformado en un joven destacado en su casa. Sus excelentes calificaciones y su carisma le habían asegurado un lugar en la alta categoría de Slytherin. Había perfeccionado su máscara de falta de emociones, lo que le permitía mantener la disciplina y frenar las bromas de James y sus amigos. Sin embargo estaba solo, no tenía amigos en su casa, aparte de su compañerismo con Regulus Black y Severus Snape de vez en cuando, y su hermano y su corbata hacían imposible la amistad con otras casas.

Este año, Harry había sido nombrado prefecto, una señal de su autoridad en la casa de Slytherin. Sin embargo, su relación con su familia se había deteriorado debido a la elección de su casa. Sus padres no aceptaban que estuvieran en Slytherin, lo que a Harry le parecía una tontería, y esto le causaba conflicto emocional.

Además, había un fuerte conflicto entre Harry y James, que se había vuelto más evidente. Aunque eran hermanos, las bromas de los Merodeadores eran incesantes, y Harry se veía atrapado entre su lealtad a Slytherin y su conexión con su familia.

En cuanto al lado de la luz, Harry estaba comenzando a darse cuenta de que las cosas no eran tan sencillas como las había imaginado en su juventud. Había prejuicios en ambos lados, y descubre que incluso entre los defensores de la luz, había quienes no comprendían ni aceptaban a los magos y criaturas mágicas consideradas "oscuras". La relación de Remus, el hombre lobo, con el mundo mágico era un ejemplo de este conflicto.

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Harry, Severus y Regulus estaban sentados en un rincón tranquilo de la biblioteca, concentrados en sus estudios. El ambiente era sereno, un refugio lejos del bullicio del Gran Comedor. Sin embargo, la paz se rompió cuando los Merodeadores, liderados por James Potter, entraron en la biblioteca con su típica arrogancia y risas estridentes. Lily Evans caminaba a su lado, con una mirada de preocupación en su rostro.

"¿Qué tal, Snivellus? ¿Sigues atormentando a los estudiantes de primer año con tu actitud hosca?"

"No es asunto tuyo, Potter."

"Ignóralos, Harry. No merece la pena." Fue el susurro apenas audible de Regulus.

Sin embargo, las cosas se descontrolaron cuando James acusó a Harry de ser un Mortífago y amante de las serpientes.

"¿Sabes qué, Harry? No puedo creer que seas mi hermano. Eres un amante de las serpientes, un futuro Mortífago." La mirada de desprecio en el rostro de James hizo que algo dentro de Harry se rompiera.

"James tiene razón. Siempre estás con los Slytherin."

"Exacto, como los Mortífagos." Los comentarios de Sirius y James manchaban las memorias de Harry.

"¡¿Qué estás diciendo, James?! No soy un Mortífago y jamás he herido a nadie." Ya no podía más, este no era su padre y parece que tampoco el hermano cariñoso que conocía.

Lily trato de calmar la situación "Chicos, por favor, parad."

Pero la habitación solo se llenó de más tensión, y Harry se puso de pie, enfrentando a su hermano. Su voz temblaba "James, no soy un Mortífago, pero tú... Tú te has vuelto igual que ellos, acusando sin pruebas. No eres el hermano que conocí." 

La atmósfera estaba cargada de emoción, y un silencio incómodo siguió a las acusaciones. Hasta que James, con la cara roja de ira, pronunció las palabras que rompieron el silencio. "¡Tú ya no eres mi hermano pequeño!"

Las palabras resonaron en la biblioteca. Harry miró a su hermano con incredulidad, sintiendo una mezcla de dolor y enojo, las lagrimas caían de sus ojos sin poder contenerlas más. James se dio cuenta de lo que había dicho y trató de disculparse. " Harry, lo siento, no debería haber dicho eso."

Harry, con los ojos llenos de lágrimas, no pudo soportar más. Le dio una bofetada a su hermano y se marchó corriendo, tratando de ocultar sus emociones. La biblioteca quedó en silencio, y el comentario mordaz de Snape no se hizo esperar. "Bien hecho, Potter."

Regulus se levantó rápidamente y siguió a Harry, seguido de Severus. Los tres se alejaron de la biblioteca, dejando atrás la confrontación que había destrozado aún más la relación entre los hermanos.

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Harry cerró la puerta de su habitación con un suspiro de alivio. La tensión de la confrontación en la biblioteca seguía pesando en su pecho. Severus y Regulus habían intentado consolarlo, pero ahora necesitaba estar solo para ordenar sus pensamientos.

Los golpes en la puerta llegaron, pero Harry se negó a abrir. Finalmente, Severus y Regulus se alejaron, respetando la necesidad de estar solo. Era una característica de los Slytherin entender la importancia de la privacidad y la introspección.

Harry se sentó en su cama y miró a su alrededor. La habitación, decorada con colores de Slytherin, siempre le había brindado una sensación de comodidad y pertenencia. En ese momento, sus pensamientos se centraron en la relación con su hermano James y en el camino que había elegido.

Reflexionó sobre cómo su vida en Hogwarts estaba cambiando, cómo la política y la tensión en el mundo mágico afectaban su vida cotidiana. Sabía que la guerra estaba en pleno apogeo y que el futuro sería incierto.

Después de un tiempo de reflexión, Harry tomó una decisión. Decidió perdonar a su hermano, dejar atrás la guerra y vivir su vida cuando terminara la escuela en una casita en Hogsmeade. Quería recuperar la paz y la tranquilidad que había perdido en medio de los conflictos. Esta vez no iba a luchar por nadie. No sería el arma, ni el peón, ni el héroe.

Con esa determinación en mente, Harry se recostó en su cama y dejó que los pensamientos de un futuro más pacífico lo llevaran hacia el sueño.


El ascenso del FénixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora