Se endereza y me lanza una tímida sonrisa.
_ Mi hermano me arrastro aquí.
Sonrió
_ hermana _ digo señalándome y ambos nos reímos. Lo tengo, pienso mientras me acerco un poco más y sigo sonriendo.
La piscina está iluminada con pequeñas luces de fondo y en los lados, haciendo que el agua se vea de un turquesa brillante que proyecta extrañas sombras en el rostro de Brandon. Lo mira fijamente como si hubiera algo allí que desea y quiere mucho más que yo.
Supongo que incluso los frikis del ajedrez pueden ser idiotas.
_ ¿Te gusta leer? _ le pregunto, levantando el libro fijado en el lateral de mi vestido e intentando mostrarlo. Brandon mira casualmente hacia mí, arregla sus gafas una vez más, y sonríe.
_ No tengo mucho tiempo para leer _ dice, y aunque esa es una respuesta bastante común, hay algo en ella. Su puño se cierra sobre su rodilla, los nudillos se ponen blancos al apretarla. Mierda, ¿cuál es el problema de este tipo?
Ahora intento averiguar como alejarme de Brandon para poder leer.
¿Por qué los chicos de los libros son mucho menos idiotas que los de la vida real? Más lindo, también. Y nunca tienen granos. Brandon tiene uno en la barbilla que está muy bien, o lo estaría si no fuera un idiota apático.
_ De acuerdo _ susurro, notando que sus ojos se han vidriado y ya no me presta atención.
Me levanto, sintiéndome nerviosa, y me dirijo hacia los árboles de la parte trasera de la propiedad. La casa tiene todas estas hermosas luces blancas colgadas en el patio, quienquiera que sea el dueño, definitivamente es rico. Me dirijo hacia un banco bajo las voluminosas ramas de un roble y me recuesto, deseando no haber dejado que Edith me maquillara.
_ Qué desperdicio _ murmuro mientras abro el libro y trato de encontrar mi lugar.
_ Te amo, nena _ dice, agarrando mi nuca y acercándome. Nuestras frentes se tocan y mi respiración se acelera. Las puntas de sus dedos arden; su boca está caliente. Nunca he querido nada tanto como lo quiero a él.
_ Perra afortunada _ murmuró al pasar a la siguiente página.
Estoy tan metida en el libro que no veo a Brandon caminando por el césped en mi dirección, con su cabello oscuro brillando bajo las hileras de bombillas Edison colgadas de los árboles. La única razón por la que levanto la vista es porque escucho el distintivo sonido de un martillo al retroceder.
_ Oh, por el amor de Dios, llego tarde. _ Se oye una voz, levanto la cabeza y se me pone la piel de gallina en los brazos, arrastrándose por mi espalda.
El libro cae en mi pecho mientras lucho por sentarme, abriendo la boca ante el hombre que está de pie al final del banco.
Su cabello es negro azabache, sus ojos rojos como la sangre. Y en su cabeza hay un par de orejas de conejo blanco, una en posición vertical y la otra caída a la mitad. Mira fijamente a Brandon por un momento y luego mete su mano enguantad en el bolsillo de su chaleco rojo. Sacando un reloj, comprueba la hora con un suspiro agitado.
_ Mierda _ dice otra vez, y luego levanta un arma con su otra mano y apunta el cañón en dirección a Brandon.
_¡No, espera! _ Brandon grita, cayendo de rodillas y poniendo las manos juntas en posición de súplica_. Solo necesito más tiempo para...
La oreja izquierda del chico de rojos se levanta al mismo tiempo que levanta una ceja.
_ Órdenes del rey _ es todo lo que dice, y luego aprieta el gatillo y pone una bala en la frente de Brandon Carmichael. La sangre salpica las lentes de sus gafas antes de que se desplome a un lado en la hierba.
_ ¡Brandon! _ grito, salgo corriendo del banco y me tropiezo. Caigo de rodillas en el barro y toco un lado de su cuello para tomarle el pulso. En el fondo de mi corazón, sé que está muerto, pero tengo que comprobarlo.
Simplemente, tengo que hacerlo._ ¡¿Qué has hecho?! _ grito, pero el asesino de Brandon se queda mirándome fijamente y revisa su reloj de bolsillo otra vez.
_ Corazones, realmente llego tarde._ Frunce el ceño metiendo el reloj en su chaleco y arrojando el arma a sus pies. Da una última mirada en mi dirección y se gira. Las orejas de conejo en la parte superior de su cabeza se mueven (algo que debería haberme llamado la atención antes, pero en ese momento me pareció lo menos extraño de toda la mierda que sucedía a mi alrededor) antes de salir corriendo por el patio.
Puede que sea un poco solitaria, más propensa a sentarme a leer un sábado por la noche que a salir con amigo, pero de ninguna manera voy a dejar a un asesino libre.
Sacando el teléfono de mi bolsillo, marco el 911 al mismo tiempo que me levanto.
_ Acabo de presentar un tiroteo. _ Jadeo, la adrenalina recorriendo mi cuerpo. Antes de darme cuenta, empiezo a correr, cogiendo el arma sobre la marcha.
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𝕬𝖑𝖑𝖎𝖘𝖔𝖓'𝖘 𝕬𝖉𝖛𝖊𝖓𝖙𝖚𝖗𝖊𝖘
Fantasy¿Estás leyendo esto? estaba en una fiesta, corría y me caí por una madriguera de conejo. Como Alicia de esos libros antiguos. Solo que en esos libros no había sangre por todas partes. En esos libros los personajes no eran todos hombres, atractivos e...