VI

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En vez de eso, cuando me retiro, hay un tipo sentado en el sofá cama rojo, inclinado hacia atrás y sonriéndome con maldad.

Alrededor de su cuello hay una etiqueta que dice BÉBEME

_ Oh, demonios, no _ digo, retrocediendo de repente hasta que mis pies crujen sobre los fragmentos de vidrio roto. Gracias a dios decidí usar botas de combate en lugar de los horribles tacones que mi hermana había elegido.

_¿Qué pasa?_ Pregunta el chico, inclinando la cabeza a un lado y dejando que la comisura de su labio se retuerza con una sonrisa_ ¿No tienes sed?_

_Esto no está sucediendo_ me digo mientras se levanta, pasa la cortina y entra en la parte principal del castillo_ claramente, he consumido algunas drogas y termine con mi mente inconsciente llena de chicos que obviamente no existen.

_Si crees que estamos hechos de cera... _ dice una voz a mis espaldas_ Deberías pagar, ¿sabes? ¿Qué crees que es esto? ¿Una exhibición? ¿Una exposición?

Unos dedos calientes recorren mi nuca y salto, girando para encontrar a un chico idéntico con un cartel de CÓMEME alrededor de su cuello.

Tiene el cabello negro con mechones azules, en lugar de violetas como el primero, colgando sobre su frente y cubriendo un brillante ojo de zafiro, dándole este aspecto descarado que combina perfectamente, hasta el arco de sus pollas semi-erectas.

_ Por el contrario _ dice el señor bébeme _ Si crees que estamos vivos, deberías hablar.

Camina despacio, lánguidamente, hacia mí, hasta que tengo un chico desnudo delante y otro atrás. Ambos son dioses esculpidos, Adonis en carne y hueso. ¿Hecho de cera, dijo? Honestamente no me sorprendería. Ambos parecen demasiado perfectos para ser reales

_ solo quiero ir a casa _ digo, y los chicos intercambian una mirada sobre mi hombro.

_ Entonces querrás ir al jardín _ dice bébeme, y calido escalofrio se desliza sobre mi hombro mientras cómeme se acerca por detrás, su alimento fluyendo contra mi cuello. _Si, el jardín.

_ Aunque eso no te llevara a casa.

_ deja de hablar con acertijos _ digo con los dientes apretados, porque incluso si estos tipos son, como, seriamente el siguiente nivel de sexy, no voy a quedarme aquí y jugar juegos _ entonces, ¿que me llevara a casa?

_¿Cómo podemos saberlo? _ dice bébeme con un dramático rodar de sus ojos color amatista_ apenas sabemos donde vives.

Y aunque lo hiciéramos_ continua, cómeme. Arrastrando la punta de sus dedos por la parte posterior de mis brazos y haciéndome temblar_ ¿Qué te hace pensar que te lo diríamos, Alicia?

_ Allison _ digo, saliendo de entre los dos, con mis botas pisando fuerte el suelo de arlequín. Doy otro cuidadoso paso hacia atrás, poniendo algo de distancia entre los dos escalofriantes gemelos y yo.

Abro la boca para seguir hablando y luego la cierro. Acabo de corregirles mi nombre... ¡¿pero como demonios lo sabrían en primer lugar?!

_ va a entrar en pánico y correr como conejo _ dice bébeme, como si estuviera mortalmente aburrido. Me mira de arriba a abajo con un suspiro_ Para ser una Alicia, estás muy nerviosa. ¿Cuál es tu maldito problema?

_¿Mi problema? _ pregunto con un resoplido, señalándome con un solo dedo_ acabo de ver a un tipo con orejas de conejo asesinar a mi enamoramiento. Le disparo y lo mato.

_¿Que tan fuerte era el enamoramiento? _ responde cómeme cruzando los brazos sobre su pecho y mirando los vidrios rotos en el suelo como si estuviera pensando demasiado en esto_ ¿Suficiente para hacer diamantes?

_¡¿No escuchaste lo que dije, maldito psicópata?!_ Pregunto, dando unos pasos más hacia atrás_ ¡Dije que un tipo con orejas de conejo asesino a un chico de mi escuela!

_ No dijiste conejito_ Corrige cómeme, ofreciendo una sonrisa come-mierda, como si todo esto fuera una especie de juego, como si no estuviera parado ahí desnudo y cincelado con el cabello azul negro cayendo sobre su frente y un cartel que dice cómeme colgando de su cuello. El pequeño lazo azul se desliza por sus músculos a medida que se acerca a mí, y veo que su espalda está cubierta de tatuajes_ Dijiste conejo.

Me doy la vuelta y corro, como cualquier persona sensata haría, de vuelta por el pasillo y hacia la pila de huesos y colmillos que está en el suelo. Es un callejón sin salida aquí abajo, un muro de piedra tosca que no lleva a ninguna parte. ¿Y cuándo miro arriba? El agujero por el que caí está a unos tres metros por encima de mí. Incluso si pudiera alcanzarlo, ¿qué voy a hacer? ¿Ir con las piernas abiertas y caminar como el cangrejo hacia la cima?

𝕬𝖑𝖑𝖎𝖘𝖔𝖓'𝖘 𝕬𝖉𝖛𝖊𝖓𝖙𝖚𝖗𝖊𝖘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora