Bien dicen que el poder de la bienvenida es tal que es lo único que puede hacer que un soldado se desplome de su ida al combate, esta calidez de hogar, es muy extraño sentirse bienvenido en donde eres nuevo, pero esta calidez es indescriptible, y esta gratificación personal es otro nivel, estar enferma me ha enseñado que hay que apreciar cada momento y este momento de verdad que lo atesore incluso ya muchos años después. Me di cuenta que todo lo que decían era mentira, lo que tengo y lo que soy tiene nombre, no soy un bicho raro y solo basto un toque para darme cuenta, imagínate todas las posibilidades...Son infinitas. Nuestra vida está colgando de un hilo, pero estamos estirando ese hilo hasta donde podamos, porque deseamos vivir, yo quiero vivir...
Diciembre 31, ha pasado un mes completo, y a pesar de todo lo malo que ha pasado mi estadía ha sido gratificante, he conocido a muchas personas.
La primera chica que conocí se llama Nathaly, tiene 11 años; era la mejor estudiante de su escuela, un prodigio atlético, la mejor en la clase de educación física...Un día saltando las vallas, en una carrera se sintió muy mal, no pudo seguir corriendo y se desplomo, le diagnosticaron cáncer de hueso.
Luego está Christofer que tiene 13 años, su madre falleció hace poco y vive solo con su padre. Un día estaba jugando futbol con los niños de su calle, empezó a sangrar por los oídos y luego se desmayó, tiene cáncer en la sangre.
Marcus, 17 años, su padre mato a su madre a balazos porque estaba bajo los efectos de sustancias ilícitas , no podía respirar bien un día que estaba trabajando y lo llevaron de emergencia al hospital, tiene cáncer de pulmón.
Raven tiene 8 años, sin padre ni madre, es autista como yo, fue adoptada por una de las maestras de su colegio ya que su abuela que en vida fue quien cuido de la pequeña Raven falleció de un ataque al corazón por su avanzada edad. Simplemente un día no se pudo levantar de la cama y fue llevada al hospital, fue operada de emergencia; no tiene su pierna izquierda, también tiene cáncer de hueso.
El pequeño Dante; 6 años, es solo un niño, fue traído de emergencia porque se desmayó en la calle mientras pedía limosna...cáncer cerebral, morirá en pocos días por lo que oi.
Y Luego estoy yo, Alice; 9 años, tengo Leucemia, y soy autista...mi historia no es tan mala comparándola con la de los demás, bien dicen que la vida es una escalera alguien está mejor o peor que tú, no somos los únicos ya que aquí hay muchas historias , en realidad es muy interesante la cantidad de anécdotas que simples niños tienen para contar, aunque tomando en cuenta nuestra situación,créeme que somos de todo menos simples niños.
Falta poco para el año nuevo, muchos se fueron con sus familias, solo quedábamos Nathaly, Raven y yo en la habitación, nuestras familias vendrían muy pronto.
- Feliz año nuevo, ojos bonitos - Nathaly grito del otro lado.
- Igual - le respondí, ella sabe que no soy de muchas palabras pero lo poco que hablo parece encantarle.
- Alice - una pequeña mano me sujeto de la mezclilla del pantalón, era Raven - Feliz año nuevo - se inclinó de puntilla y me beso la mejilla, no porque ambas seamos autistas significa que pueda entenderla completamente, nuestros espectros son diferentes, todo lo contrario no la entiendo y ella menos a mí , pero sin duda nos llevamos bien por el hecho de que queremos entendernos. Supongo que como está sola quiere tener una especie de hermana mayor o algo así.
- Feliz año nuevo, pequeña - le dije y sonrió alegremente para luego irse a jugar con Nathaly.
Sin duda era interesante compartir con tantos niños, jamás había tenido la oportunidad debido a obvios sucesos de mi existencia, pero ahora que puede compartir con tantas personas...es increíble.
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20 Cosas en mi lista antes de morir... © EN EDICIÓN
Teen Fiction- "El propósito de la existencia es encontrar una meta, una meta que valga la pena y luchar por ello con todas tus fuerzas, Alice...te prometo que todo ese dolor tendrá sentido, no ahora, no mañana, pero tendrá sentido" - Quien iba a pensar que esas...