IX. "Girasoles de Papel"

32 3 0
                                    

"Lo hice yo mismo. Quería traerte algo que te hiciera sonreír..."

.
.
.
.
.
.
.
.
.
.

Algunas cosas son más fáciles de entender que otras. Hay cosas que son claras y se pueden observar y apreciar directamente. Pero hay cosas que no se pueden ver, sino sentir. Y hay cosas que son tan complejas y profundas, que resultan difíciles de entender, incluso si se pueden observar directamente. El amor es uno de esos conceptos, jamás lo he entendido, pero quizás es porque ya se lo que es e ignoro el hecho de saberlo.

Para intentar entender lo que es el amor, podemos analizarlo a través de las acciones y los efectos que tiene sobre la gente. El amor puede hacer que una persona quiera dar lo mejor de sí misma. El amor puede inspirar a la gente a hacer cosas extraordinarias, como obras de gran bondad y heroísmo, incluso tiene el poder de curar el más roto de los corazones, el alma más desdichada o el cuerpo más roto de todos. A veces no es suficiente, pero por un instante sí parece serlo...

No saben lo gratificante que es ver a la mayoría de mis amigos en pie y con buen semblante. Creeme, cuando estás aquí tanto tiempo enfermo tu cabeza no da para tener pensamientos deseándole mal a nadie. Solo quieres estar bien y que todos aquellos que están pasando por tu situación también estén bien.

- Oye, Ojitos bonitos - Ah...aquí vamos otra vez.

Abrí mis ojos con pesadez

- Nathaly...- susurré - ¡Quítate de encima! -

Puse mi mano cerca de su rostro para apartarla lo más que puede. Sabe que lo odio...el contacto físico, aún así lo forza, es un fastidio.

- Vamos, niña perro - se acercó - Dame afecto, además solo estoy colocando ungüento en tus moretones. Se agradecida - resoplé con molestia - Soy como tu hermana mayor -

- Ni en tus sueños -

- Creo que la has obligado mucho a tratar de tener conexión contigo - la voz de Raven se hizo presente.

¿Desde hace cuanto tiempo ambas estaban aquí observandome?.

- Tenemos una hora aquí, tu abuela y tus hermanos salieron - me miró - dijo que estuvieramos aquí contigo haciéndote compañía - sonrió.

Es como si leyera mi mente, con solo verme a los ojos sabe lo que pienso y trata de contestarte para que no me altere. Ella me da miedo a veces...

- Ven, niña perro - suspiro Nathaly - Si no te dejas cuidar jamás sanarán -

Accedí de mala gana a que tocará los hematomas de mis brazos para untarles el ungüento. Dolía un poco menos, los mareos ya no estaban, mis ojos ya no se querian salir de sus órbitas y más importante aún ya no quería arrancarme la cabeza por el dolor.

- Oye Alice, ¿Ella es la chica nueva? - Preguntó Raven señanlando hacia la cama donde en se encontraba Ximena.

- Ah si, llegó ayer. Se llama Ximena -

- ¿Y ya la conoces, niña perro? - pregunto Nathaly

- Hija de...- suspiré - Primero, déja de decirme "Niña perro" y segundo si tuve el placer de conocerla ayer por un suceso un tanto...incómodo-

- Te dejare de decir niña perro cuando me abraces y admitas que somos mejores amigas - sonrió

- Nathaly, deja de molestar - Raven sonrió

- En fin, llegó en un mal momento. No pudimos darle una bienvenida porque todos estamos con veneno en las venas tratando de matar el cáncer -

- Nathaly, si lo dices así suena muy feo...¿No es cierto, Alice? -

20 Cosas en mi lista antes de morir... © EN EDICIÓN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora