𝘽𝙀𝙂𝙂𝙄𝙉 𝙁𝙊𝙍 𝙈𝙊𝙍𝙀 (ᴘᴀᴜʟɪɴᴀ ᴠɪʟʟᴀʀʀᴇᴀʟ)

―Bienvenida a la nueva casa... Te adaptarás rápido hija, confía en mi―Dijo mi padre dejando algunas de nuestras maletas en la entrada de la casa.

―No esta nada mal... Debo admitir, pensé que sería más... rustico ―bromeé.

―Anda a conocer tu habitación, se que te gustará... tercera puerta arriba a la izquierda.

Vayamos a lo que realmente importa ¿Quién soy yo? ¿Qué hago aquí?... bueno, mi nombre es Alexandra Reyes... y bueno, ni madre murió hace un par de meses, mi padre creyó que mudarnos de España a aquí sería bueno para cambiar de aires y que mejor momento que al iniciar el curso.

Y vaya, en general me pareció una buena idea venir a México, es un buen lugar, y cuenta con una de las mejores escuelas a las que puedo ir, el plan es simple, voy a la preparatoria lo que queda del año, y después de eso... una carrera y fin de el martirio que significa ser un estudiante.

Entré a la que sería mi nueva habitación, linda... pensé, espaciosa y de un color claro tal y como me gusta, le di un rápido vistazo antes de bajar corriendo por mis cosas, hay un par de cosas que se verán geniales en este lugar.

―Papá, ¿y mis cosas? ―Pregunté al verlo frente a su laptop.

―Están en el maletero del auto, las bajo en un minuto ven a ver esto...―Me acerqué a el y vi por encima de su hombro ―Las clases comienzan el próximo lunes, tenemos que ir a comprar todo esto... ¿quieres ir más tarde?

―Mira, bajemos mis cosas, y vamos mañana por que estoy muy cansada para hacerlo hoy ¿eso esta bien? ―El asintió y se puso de pie para ir en busca de mis cosas.

Cuando las cajas estuvieron dentro de mi habitación busque una bolsa de tela alargada de entre todas las cosas, en cuanto la encontré la lleve a un rincón de la habitación y comencé a instalar el Piano que me regalo mi madre al cumplir 16, limpié una lagrima que se escapaba de mis ojos y continué arreglando el resto de mis cosas .

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El lunes llego más rápido de lo que esperaba, pero bueno, estoy entusiasmada por lo que puede o no pasar aquí, me despedí de mi padre y salí subiendo directo a mi coche, puse la ubicación en el GPS de mi móvil y emprendí camino a la escuela, me estacioné en el parqueadero que estaba en la parte del frente y caminé hasta la entrada

"Preparatoria Tec. de Monterrey" leí en la entrada y seguí avanzando, luego de un par de indicaciones llegué a lo que sería mi casillero, lo abrí y dejé un par de cosas dentro y tomé lo que necesitaría para mi primera clase.

Al darme la vuelta sentí como algo me impactó haciendo que deje caer un par de cosa.

―oh... lo lamento no vi por donde iba...―Empezó a hablar aquella chica mientras me ayudaba a levantar lo que dejé caer-.

―No te preocupes, ¿estas bien? ―Pregunté.

―Si, si lo estoy no te preocupes...―Dijo entregándome mis cosas y avanzando por el pasillo

―Disculpa! ¿puedes ayudarme a llegar aquí? Soy nueva... no se donde esta esta clase ―Dije señalando mi horario de clases.

―Sígueme, yo tengo la misma clase... me llamo Samantha, ¿y tú?

―Alex, puedes decirme Alex―Sonreí y la seguí hasta la que sería nuestra primera clase.

Continuamos las siguientes clases juntas, ya que resulta que éramos del mismo grupo, dijo que le había caído bien y la realidad es que ella a mí también entonces me invito a pasar el receso con ella y sus amigos ...

―Entonces... ¿vienes de España verdad? Tus padres deben ser españoles...―Dijo una de las chicas que nos acompañaba en la mesa.

―La verdad solo mi padre lo es... mi madre era mexicana, por eso estoy aquí―Respondí amablemente.

―Lo supuse, tu acento español no se marca mucho, Ojalá estes cómoda aquí Alex...

Seguimos hablando sobre como son las cosas en España y aquí, la realidad es que son muy diferentes pero ambos lugares tienen lo suyo, a mi me encantan ambos, pronto era hora de volver a clases, todas nos dirigimos a la siguiente clase sentándome yo al fondo de el aula como de costumbre solía hacerlo.

Me coloqué mis audífonos y espere a que ingresara el o la profesora, a los pocos segundos sentí como alguien tocaba mi hombro, levante la vista, una chica bajita y pelirroja, linda, pensé antes de quitarme uno de mis audífonos.

―¿Puedo sentarme? ―Habló señalando el asiento donde estaba mi mochila.

Asentí y moví mis cosas al piso para que pudiera tomar el lugar, ella dijo un suave "gracias" y se quedo callada por unos segundos, me olvide que mi música seguía reproduciéndose hasta que ella habló nuevamente.

―¿Te gusta Halestorm? ―Interrumpió señalando mi audífono que sonaba algo alto, yo pause mi celular.

―¿Los conoces? Es mi banda favorita―Respondí.

―Mi hermana es muy fan, a mi solo me gustan un par de sus canciones...―Sonrió.

―Me llamo Alex ―Dije extendiendo mi mano.

―Paulina, es un placer...―Respondió.

Continuamos la clase cuando el profesor llegó, y asi todas las siguientes ya que, a diferencia de España, aquí te dan todas las clases en una misma aula a excepción de las que son en el laboratorio.

Lo que quedó de el día fueron una clase tras otra hasta que se terminó el día.

Paulina se levantó de su asiento dispuesta a irse hasta que la interrumpí.

―¿Tienes Instagram o algo? ―Dije.

―Claro, dame tu celular...―Se lo di y ella se buscó a si misma y se dio follow, te sigo cuando este en casa ¿bien? ―Asentí

Escuchamos como alguien se aclaró la garganta detrás de nosotros y volvimos la vista a la puerta del aula.

―Pau, Dany nos espera en el estacionamiento date prisa... ―Dijo una chica alta y pelinegra antes de darse la vuelta e irse.

―Creo que tengo que irme, te veré mañana...

―Hasta mañana...

Le sonreí y ella se fue dejándome sola en el lugar, o eso creí hasta que salí del aula encontrándome con Sam y los demás.

―¿Estas de broma? ―Dijo Sam apresurada.

―¿Qué sucede? dije siguiendo a los demás por el pasillo.

―Le acabas de pedir el Instagram a una de las chicas más "codiciadas" de la escuela ―Respondió haciendo comillas con sus dedos.

―lo hice por qué me parece linda―dije.

Ahí entramos al baño quedándose afuera los chicos, solo estábamos Yo, Samantha y Lucía, otra chica del grupo

―No, ella esta prohibida, literalmente es imposible... Hazte un favor Alex

―No lo creo, nadie lo es...

―Bien, si tan segura eres de eso, apostemos... te reto a que la hagas salir contigo antes del fin de Año, son cuatro meses...

―No apostaré contigo ni con nadie, Paulina no es un juguete, espero que lo entiendas...―Dije terminando de lavarme las manos― las veré mañana...―Dije y salí del lugar para dirigirme a casa, no puedo creer que crean que yo haría eso, claro que haré que salga conmigo, pero por que es linda, no por una estúpida apuesta...