Dai

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La primera vez que el equipo Chouza conoce oficialmente a Dai fue después de su primera misión de rango C, habían escoltado a un dignatario de Suna hasta la frontera, donde su propio escuadrón lo escoltaría hasta su propia aldea, tuvieron un par de inconvenientes en el camino pero nada que no pudieran manejar, y por supuesto lo único que querían hacer era dormir durante días.

Sin embargo cuando Gai les ofreció tan felizmente ir a almorzar a su casa era muy difícil decir que no.

Habían acordado verse después de que pudieran ducharse, eso le daría tiempo a Gai y Dai para preparar la comida.

-Estás seguro que esta es la dirección correcta?- Preguntó Genma mientras pasaban por el bosque, tenía un ramo de flores pequeño en la mano.

-Son las indicaciones que dio.- Ebisu aún tenía el cabello algo húmedo y peinado hacía un lado, su banda de regulación se había ido y en su mano tenía una caja con dangos.- de todas formas porque trajiste eso?.- miro las flores a través vez de sus gafas oscuras, eran de un tono amarillo fuerte y sus pétalos se veían delicados.

Genma Se encogió de hombros.

-Es grosero llegar a la casa de alguien con las manos vacías.

Apenas había contestado cuando se detuvo sorprendido de manera repentina, no escucho lo que Ebisu dijo, estaba demasiado ocupado viendo hectáreas de árboles, o lo que quedaban de ellos, destruidos.

-Eh? Y ahora que te pasa?- preguntó su compañero antes de ver los restos el mismo.

-Ebisu, por aquí no hay áreas de batalla o si?.- su voz tembló levemente, había algo en la escena que lo hacía erizarse.

-No creo que siquiera hayan áreas de entrenamiento autorizadas por aquí- respondió acomodándose las gafas.

-Que crees qué pasó?- o quien, Genma no lo dice, no es necesario. Se acercó a uno de ellos con cautela.- algún entrenamiento del clan Inuzuka? Pueden ser salvajes..

Ebisu negó, y amablemente no mencionó el hecho de que no se veían huellas, lo que significaba que probablemente lo hizo una sola personas y por donde pasó quedó demasiado destruido como para distinguir un rastro.

-Por las marcas parece como si los hubieran arrancado de un solo golpe, pero aun así se ven demasiado  limpios los cortes para ser hechos por un ataque como los de los Inuzuka, y hay quemaduras pero no se ven consistentes con papeles bombas.

Genma volvió a encogerse de hombros, jugando con su senbo- podrían estar probando algún nuevo jutsu o estrategia.

-Tal vez- Ebisu le dio una última mirada al desastre antes de recomponerse- de todas formas no importa, sea lo que sea que lo hiciera no parece estar cerca y se hace tarde, deberíamos seguir.

Caminaron por un par de minutos más hasta llegar a una casa de madera, aunque Genma pensó que se veía más como una cabaña.

Ambos se miraron, claramente pensando en lo mismo.

Era pequeña y los vidrios, aunque limpios, se veían rotos, había partes del techo arreglados de forma desigual dándole un aspecto destartalado.

Ebisu tocó la puerta tres veces, pasaron unos segundos donde se escucharon voces ruidosas y pasos que podían reconocer fácilmente como Gai, el cual abrió la puerta con una sonrisa y ojos iluminados.

Equipo ChouzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora