Ultima cena

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Chouza aún podía recordar el primer día que su equipo se reunió, no eran más que tres niños torpes tratando de convertirse en shinobis y un adulto incómodo que intentaba que todos volvieran vivos y en una sola pieza.

Afortunadamente los cuatro evolucionaron y mejoraron, convirtiéndose en uno de los escuadrones shinobis más eficientes y con más misiones completadas, con algunos percances en el camino claro.

Y hoy sería el día en que se separarían para que cada quien siguiera su propio camino, sonrió con orgullo al ver como sus alumnos, los niños que había visto crecer (y le gusta pensar que en parte crio) se convertían en Jounins listo para la batalla, y se dio palmaditas mentales al poder retener las lágrimas.

-Felicidades a todos- dijo cuando se reunieron por última vez en el campo de entrenamiento tres y terminaron su último entrenamiento como equipo- fue un camino largo y difícil para todos, pero me alegra ver que sus esfuerzos dieron resultados y se convirtieron en grandes shinobis, estoy orgulloso de todo lo que han logrado muchachos.

Por su puesto Gai no tardó en llorar desconsoladamente.

-Sensei!- gritó entre sollozos yendo a abrazarlo, Chouza correspondió con gusto.

-Entonces esto es todo?- preguntó Ebisu, tratando de que su voz no se quiebre y mantener sus ojos llorosos ocultos por sus gafas- No nos volveremos a ver?

-No hace falta que seas tan pesimista Ebisu, Chouza sensei estará ocupado pero seguro nos volveremos a cruzar, la aldea no es tan grande- dijo Genma haciendo un excelente trabajo en no llorar pese a sus ojos vidriosos.

Chouza sonrió con cariño, seguían sin ser más que niños para el.

-De hecho, y estoy seguro que nos veremos en alguna misión, pero no hay más que pueda enseñarles me temo, mi trabajo como sensei está completo.

Eso fue suficiente para romper a los otros dos shinobis que se unieron a Gai en un abrazo lleno de lágrimas.

-Chouza- sensei gracias!- gritó Genma, aferrándose a su costado.

-Si! Fue un gran maestro- agregó Ebisu quitándose las gafas para evitar que se empañen permitiendo que Chouza lo sujete con fuerza.

-Lo vamos a extrañar- logró decir Gai.

Chouza río dejando que sus propias lágrimas cayeran.

-Dejen de actuar como si fuera a morir, además siempre pueden visitarme, Choji no deja de preguntar cuándo volverán a cenar.

Los tres adolescentes lloraron más fuerte ante la mención del pequeño niño de ahora tres años y medio, fascinado con sus historias y juegos tontos.

Habían ido a verlo al hospital cuando nació, llevaron un montón de comida como regalo para la señora Akimichi, un par escondidas debido a las limitaciones del hospital. Los tres lo habían cargado, contando cuentos eh incluso en una memorable ocasión visto tratando de dar pasos torpes para llegar a una bolsa de papitas fuera de su alcance.

-No se preocupe lo visitaremos!- aseguró Genma hundiendo más su cara llena de lágrimas.

-Si, aún podemos cuidarlo.- Ebisu se acercó lo más que pudo sin querer alejarse, Gai solo lloro más fuerte y dijo palabras inentendibles, probablemente algo sobre la juventud y atardeceres.

Después de veinte minutos y muchas lágrimas Chouza los invito a una última cena en el B&Q, por los viejos tiempos, y ahora que sus alumnos eran lo suficientemente mayores podían brindar con alcohol real.

-Por el equipo Chouza- dijo levantando su copa viendo a sus alumnos- para que todos ustedes tengan vidas largas y plenas, estoy seguro que lograrán lo que se propongan.

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⏰ Última actualización: Feb 10 ⏰

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