Equipo Chouza

Primeros besos

Genma mueve el senbo de su boca aburrido, Anko le había pedido que la viera en el campo de entrenamiento quince, o lo que quedaba de él, hoy en día no era más que tierra levantada y restos de árboles tras haber sido el campo de batalla del último intento de invasión. Por su mal estado era poco frecuentado, además de las historias sobre los fantasmas de los caídos que rondaban por la zona.

El crujido de la madera a sus espaldas llama su atención, aunque no lo suficiente para voltearse de inmediato.

-Llegas tarde, Anko- es todo lo que dice, una risa ligeramente maliciosa resuena por el lugar.

-Deberías dejar de pasar tanto tiempo con Ebisu.- se burla la chica a sus espaldas, cuando Genma finalmente se gira la ve con los brazos cruzados parada sobre un árbol medio arrancado y una sonrisa salvaje. Su cabello violeta, despeinado incluso estando recogido, desentona con los tonos verdes y marrones del lugar.

-Tu pediste que viniera hasta aquí, debe ser importante.- ignora su grosero comentario por la paz, Ebisu y Anko se han antagonizado desde la academia.

-De hecho, es un asunto súper importante y súper secreto.- asegura saltando frente a él, estando cara a cara.- y si se lo dices a alguien puedes considerarte muerto.- con Anko es difícil saber si de verdad bromeaba o no, sobre todo cuando hacía esa cara espeluznante que copiaba de Orochimaru, ella definitivamente debería dejar de juntarse con el.

La miro sin impresionar levantando una ceja- Entonces cual es este asunto súper importante y confidencial?.

Anko sonríe engreída.

- Quiero que me beses.

-Disculpa?- Genma cree que puede estar alucinando, probablemente debería de decirle a Gai que empiece a contenerse con esas patadas.

- Quiero que nos besemos, para practicar, al fin logre que Ibiki acepte una cita conmigo y si él quiere besarme quiero hacerlo bien.

Eso dejó más dudas que respuestas.

- Por que querrías que yo sea tu primer beso de entre todos?- Genma era consciente que las chicas lo consideraban atractivo pero no Anko, ella siempre aseguró que tenía cara de bebé.

-Bueno, eres mi amigo y sería extraño hacerlo con alguien más, además eres el más lindo y menos raro de los que conozco, sin contar a Ibiki claro- la mirada dulce y sonrisa boba se veían antinaturales en ella- ademas se que tú tampoco has dado tu primer beso, sería una práctica para los dos, si es que quieres claro.

Genma realmente lo considero, podría darse media vuelta y alejarse, fingir que nada había pasado y comer dangos en su casa de te favorita, pero no podía negar que tenía curiosidad.

-Bien, lo haré, pero la próxima vez tú pagarás los dangos.

Anko sonríe triunfal.

-Trató hecho, entonces lo hacemos?.

-Ahora?- repentinos nervios lo inundaron, algo raro dado que Anko no le gustaba para nada, era bonita pero era su amiga, no podía imaginarse tomados de la mano y teniendo citas.

-Claro, será rápido, pero ya sabes, no solo con los labios.

Su estómago se retorció al pensar en que de hecho Anko tenía una lengua considerablemente larga. Aún así asintió quitando el senbo de su boca.

-Bien, prepárate.- ambos se acercaron lentamente, Genma cerró los ojos con fuerzas mientras sentía las manos de la chica en sus hombros.

El beso fue torpe y extraño, en general incómodo, Genma poso sus manos cerca del cuello de Anko de manera torpe, un mechón de pelo rebelde cepillando su mano. Pensó en lo diferente que era al de Ebisu, el cual tenía un pequeño remolino que lo llevaba hacia el costado.