Capítulo 17- Charla nocturna.

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Cassie.

Después de aquella charla ambos habíamos quedado en esperar. Esperar a que se encuentre bien para poder hablar de algo más. Por ahora solo importaba que él se encontrara bien y estaba claro que faltaría un poco más para que sanase del todo.

Hoy había decido tampoco venir a la universidad, así que me quede con Deb y Owen en los comedores pensando en cómo la estaría pasando, en si estaba bien o si necesitaba algún abrazo.

Hago una mueca porque saberlo era complicado. Nate había estado contestando mis mensajes con simples "Bien", "okey", "todo en orden" y eso me ponía de los nervios.

Carraspeo algo incomoda al sentirme fuera de conversación. Ambos habían estado peleando toda la cena por si era mejor el dulce o el salado y ya me encontraba algo harta de la situación.

Les aviso a los chicos que iré al baño como excusa para salir y conseguir hablar con Gargamel aunque sean dos simples minutos. Sin embargo, al salir me topo de frente con Carson, quien enrojece al verme y da varios pasos hacia atrás.

—Cassie...

—No tengo tiempo—le corto el discurso antes que dijera algo más.

Paso por su lado, pero su mano derecha y libre me toma del brazo sin dejarme movilizarme.

—No, eh...aguarda.

—Carson, no tengo tiempo.

—Solo quería pedirte perdón, sé que ha pasado ya un mes, sin embargo, me he sentido mal conmigo mismo y no puedo evitar pedirte que me perdones por lo que hice.

—No pasa nada. Aprecio que me pidas disculpas y si perdonarte te hace sentir mejor...te perdono.

—Gracias—suspira con alivio.

—Ahora en serio debo irme.

Asiente varias veces saliendo de sus pensamientos que lo habían dejado mirarme por unos largos segundos de puro silencio.

—Bien, adiós—me suelta.

Hago un asentimiento antes de ir hacia los baños y llamar rápidamente a Nate. Necesitaba saber si estaba bien o si necesitaba algo.

—¿Cass? —descuelga la llamada al instante.

—¡Nate! ¿Cómo estás? —sonrío al escucharlo.

Logro escuchar una pequeña risita por su parte.

—Bien, ahora me encuentro jugando un poco con Petit.

Sonrío más al escuchar esas palabras. Monique parece que le ha devuelto a Petit.

—¿Lo extrañabas?

—Mucho. Este gato me entiende y yo a él.

—Supongo que son la versión amable y mejorada de Gargamel y Azrael.

Eso le saca una carcajada que me llenó por completo.

A veces solo necesitaba de una de sus sonrisas o alguna risa suya para alegrar todos mis días.

—Sí, creo que sí.

—¿Necesitas algo?

—Dudo que quieras saberlo.

—Por algo pregunto, Gargamel—ruedo los ojos divertida.

Se toma un momento antes de contestar justo lo que quería escuchar.

—A ti. Pero supongo que no puedes venir ahora, estás en la universidad.

—En dos horas salgo. ¿Me esperas?

Mi último deseo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora