Era muy lindo el pequeño jardín donde estaba, tal vez lo más bonito era la preciosa fuente de cuarzo donde cerca, un pequeño hombre japonés practicaba movimientos con su katana
—Buenos movimientos— halagó una voz femenina detrás de el
Rápidamente se dio la vuelta molesto por interrumpir su calentamiento y confundido, nunca escuchó pasos acercarse a el
—¿Quien diablos es usteee...— sus palabras quedaron en el aire al ver a Alana
Alzó su cabeza para verla bien, era tan alta «aún siendo el de baja estatura» y sus pechos no la dejaban ver como exactitud tu rostro, ¿era un ángel, no, debía ser una Diosa
Pero que Diosa
—¡Lamento tratarla tan irrespetuosamente!— rápido y firme hizo una reverencia —¡fue un error de mi parte!— al enderezar su cuerpo un gran sonrojo adornaba sus mejillas y un hilo de sangre caía por debajo de su nariz
—No sea tan duro consigo mismo— Alana rió, con un pañuelo blanco se inclinó hacia adelante para limpiar el pequeño sangrado del chico —si me permite darle un halago, debo decir que su manejo de la katana es increíble—
Escuchó tantos halagos en su vida pero el de ella lo hizo sentirse tan especial de cierto modo
Esperen un momento...
¡Lo sabía!, esa Diosa quería engatusarlo con sus débiles encantos, pues no le daría el gusto, tenía una fuerza de voluntad fuerte
—¿Acaba de salir el sol o es la sonrisa que me estás regalando?— suelta su piropo
Su corazón explotó, así de simple muchachos, perdimos a Okita Souji
¿Ella quería usarlo?, ¡que lo usará!, ella decía perro y el ladraba, ¿que era un Ragnarok?, pues se le había olvido lo que dijo aquella valkiria, ¿era su idea o hacía demasiado calor?, que bonita era esa Diosa
¿Ya dijo que ella era bonita?, ¿que bonita?, no, ¡era preciosa!
—Que bonita~— soltó en un suspiro dejándose derretir en sus manos
Alana no supo si reír o preocuparse, aquel chico arisco parecía estar en otro planeta
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Aallzó una ceja algo dudosa al ver al montón de mujeres en paños menores sobre aquel enorme aparente luchador de sumo, roncaba como si fuera el fin del mundo, nunca escuchó ronquido tan fuerte como ese
¿De verdad quería hacerlo?, bueno, eran todos los humanos participantes del Ragnarok así que le tocaba hacerlo
—¡Todas se me van ahora mismo!— gritó dando fuertes aplausos —¡vamos vamos no quiero a ninguna aquí!—
Como si se tratara de una carrera todas las mujeres salieron de inmediato casi volando
¿Esa de ahí parecía una lagartija o era su idea?
—¿Quien me interrumpe de mi siesta?— Raiden se levantó molesto de la cama —¡pero miren que belleza hay aquí!— se levanta de la cama —soy Raiden Tameemon pero tu me puedes decir cariño—
Se dio la vuelta casi de inmediato al verlo desnudo
—No vine a eso señor Tameemon, yo soy Alana, la Diosa griega de la naturaleza— se presentó con una reverencia sin darse la vuelta —lamento interrumpir su siesta pero vine a darle un corto mensaje—
—Mmm— Raiden llevó su mano a su mentón, sin Alana verlo hizo un gesto con la mano —habla, te escucho—
—Podrás hacer las cosas bien, podrás hacer las cosas mal— gira levemente su cabeza pero sin llegar a mirarlo —pero yo lo único que quiero es que me abras el tamal—
—¿Que es un tamal?, no importa, ¡puedo abrir eso con mi fuerza!— presumió con orgullo sus músculos
—No creo que me hayas entendido— Raiden alzó una ceja —te lo dejo de tarea—
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•Okita Souji:
-Parecía un perrito que urgía de mimos, se veía muy contento con el piropo, no se lo esperaba, su reacción lo delató completamente, fue demasiado tierno a mi punto de vista
Raiden Tameemon:
-Ni lo entendió y tampoco supo que era un "tamal", admito que esperaba cualquier reacción menos una confundida, tiene pinta de haber dicho muchos piropos pero tal vez nunca haber recibido uno

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Piropos para los humanos ² |Shuumatsu No Valkirie|
FanfictionEl Ragnarok, donde Dioses y humanos lucharían Alana, la Diosa de la naturaleza tenía otro nuevo objetivo y ese era piropear a cada humano participante del Ragnarok ¿Como le irá esta vez siendo ahora su objetivo después de los Dioses los humanos? ©Hi...