Cita en la playa

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¡Domingo! Día sin escuela, al fin podía quedarme tooooooda la mañana flojeando, y respecto a la tarea... Bueno, ya me preocuparé por eso en la mañana, total, los profesores nunca la revisan de todos modos.

- ¡Mghhhhhhhhhh! -Estaba sentada sobre la cama, estirando los brazos al cielo, levantando un poco la pijama de modo que la brisa fría me acariciaba el ombligo desnudo, rápidamente bajé los brazos para cubrirme.- Brrrr... Que frío...

Me castañeaban los dientes mientras me volvía a la cama para cubrirme con las sabanas y hacerme un ovillo, frotando mis piernas la una contra la otra mientras meto las manos bajo mis axilas, tratando de cerrar mis ojos para poder dormir aunque sea un poco más.

¡Ding!

Mi tono de mensajes me sacó de mi capullo de oruga, asomando la mano de entre las cobijas y tanteando mi mesita de noche hasta dar con el condenado aparato, llevándolo hasta mi rostro, sintiendo los ojos chiquitos y la visión borrosa mientras abría la tapita del teléfono para ver el mensaje.

"Buenas, ¿estás libre?" era Yosuke. Odiaba esta sensación, el pendejo mandaba tres palabras por mensaje de texto y yo ya sentía como las manos me temblaban de la emoción, ¿los chihuahuas se sentirán así? Como sea, me ponía a teclear despacito mi mensaje, pues seguía algo adormilada.

"Supongo,  ¿tienes algo en mente?" No me molestaba que me invitara, pero ¿tenía que hacerlo tan temprano? Que desesperado, juju... "Oye pero, ¿no podías esperar a que fuera un poco más tarde?" Sonreía traviesamente, el poder hablar juntos sin tener que salir de casa era una maravilla, pero me encantaría ver la cara que pondría al leer esto. 

"Es el medio día, floja" Me respondió, espero que en broma.

No podía ser tan tarde, ¿verdad? Miré al reloj de mi teléfono, preparando mis palabras para reclamarle a ese tonto por su broma cruel.

11:55 de la mañana... 

"No soy floja, es que me quedé ayer estudiando" Ojalá que se lo crea... "Como sea, si estoy libre, ¿Qué tienes en mente?"

No tardó mucho en responder el mensaje, y más le valía, porque ahora me estaba empezando a dar curiosidad.

"Playa de Okina aprovechando el sol, ¿paso por tu casa y nos vamos juntos en las motos?" En eso tragué saliva, miré cómo estaba vestida y me apresuré a contestar.

"Dame una hora para arreglar unas cosas" Aunque la verdad es que era para arreglarme a mi.

Luego de eso dejé el celular de vuelta en la mesa de noche, me levanté de la cama intentando compensar el frío de la habitación con mi espíritu de lucha. ¿De qué demonios estaba hablando Yosuke con que hacía sol? Me dirigí a la ventana para abrir las cortinas, con mi cara siendo golpeada por los fuertes rayos del sol, mirando como el patio estaba brillante como si fuera el inicio de la primavera... al menos así iba a quitarme el frío, abrí la ventana y sentí como si hubiera encendido la calefacción al máximo, el aire caliente del exterior me abrazaba mucho mejor que mis cobijas.

- Ahhhhh... que a gusto... aunque no lo entiendo, si ayer me dormí temprano... -Me rascaba la nuca sin poder entender cómo había podido dormirme de esa manera.

Me quité la pijama que era un pantalón y una camisa de manga larga de color naranja, apurándome en cambiarme por unos shorts de mezclilla y una camisa sin mangas verde, seguro que pronto comenzaba a hacer sol. Fui hacía el baño y remojé mi cepillo en el lavadero antes de peinarme una y otra vez, mientras veía mi reflejo con fastidio; tengo el pelo CORTO, ¿Cómo cojones es que diariamente amanece erizado como si me hubiera golpeado un rayo? Para colmo, siempre se desordena de formas diferentes...

Un pueblo maravillosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora