- ¡¿... ehhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh?!
- ¡Cállate de una vez Chie! ¡El conserje nos va a regañar! -Desesperado por que no se callara, tuve que darle una colleja para que se calle de una buena vez, de por si estaba avergonzado y ella se ponía a hacer el mayor escándalo posible.
- ¡Ay! ¡Eso duele, Yosuke! -Se quejó frotándose la nuca, mirándome con un puchero, caminando hacia mi y pinchándome el pecho con el índice.- Joder, ¡si es una broma te juro que te voy a mostrar mi patada del dragón!
- ¡¿Otra vez con tus frikadas del kung fu?! Te digo que no estoy jugando, te estoy invitando a ir a una cita; pero cita de verdad, de las de pareja, ¿entendido? Nada de salidas de amigos o salidas sin compromiso -Me apresuré a aclarar, agachándome un poco para mirarla a los ojos, no quería que la muy tonta fuera a malentender las cosas, no iba a hacer esta mierda de declararme de nuevo.
Chie apartó su dedo de mi, siguió mirándome por unos segundos con incredulidad, algunas veces intentó abrir la boca para decir algo, pero se callaba al instante. Que estuviera dudando tanto me estaba poniendo más nervioso, pero al ver como el rubor se extendía por sus mejillas, quise ser optimista y sólo esperar lo mejor.
- Pero... a ver, no entiendo una cosa -Murmuró finalmente.- ¿Entonces te gusto?
Me dieron ganas de darme una palmada en la cara, acababan de pisotear mis súplicas por no tener que decir nada empalagoso.
- S-si, la verdad es que me gustas... -Susurré, no sé por qué si no había nadie, pero desde niño que no llegaba con una chica a "declararle mis sentimientos" o lo que sea.
- ¿C-cuando? ¿P-por qué? -Balbuceaba atontada, acercándose más a mi con esos grandes ojos acusadores de color avellana, se sentía como si me apuntaran los faros de la policía.
- Bueno, no sé desde hace cuando pero...
- ¡¿Cómo puedes no saberlo?! ¡¿Y entonces a quien le pregunto?! Si no sabes lo que pasa en tu cabeza, ¿Cómo puedes estar seguro de que te gusto? Alguien que no ha tenido novia como tú, seguro que ni siquiera sabe cómo se siente eso... -Se metía las manos en los bolsillos y sacaba el pecho con arrogancia.
- Oye, eso último sobraba... -Le reproché con el ceño fruncido, aguantándome las ganas de darle un coscorrón (para colmo, tenía la estatura perfecta para dárselo).- Además, ¡tú tampoco haz tenido un novio nunca!, así que no sé con que cara me reclamas por ser un novato.
- ¡Ugh! -Retrocedió dos pasos con el orgullo herido.- ¡Bueno, entonces contéstame! ¿Desde cuando te gusto?
Parecía que no iba a dejar de verme con ese puchero hasta que le diera una respuesta, así que tocaba exprimirme el cerebro... ¿Desde cuando...?
Apretaba los dientes y fruncía el ceño con molestia, no podía pensar en un momento concreto donde al ver a esta chica hiperactiva con cabeza de coco, todo a mi alrededor se viera de color rosa y aves comenzaran a cantar a su alrededor. Además, Chie siempre estaba gritando, pateando o comiendo con el uniforme escolar, así que tampoco había un momento donde me hubiera deslumbrado con algún conjunto...
Bueno, tal vez con el bikini en el campamento...
No, si le digo eso va a patearme el trasero...
- A ver...
Sentía que me estaba quedando callado por demasiado tiempo, pero decir eso sólo hizo que ella me mirara más molesta.
- ¡Yosuke! ¿De verdad te hace falta pensar tanto? No soy un mal partido, ¿o si? -Vio a sus propias manos preocupada.
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Un pueblo maravilloso
RomansaUn pueblo mundano, donde todos los vecinos se conocen y donde nunca suceden problemas, en un lugar tan aparentemente aburrido como este, es donde ocurren los milagros.