Parte 7

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Hace algunos años.

En la costa de la cuidad de La Paz, Baja California Sur, México.

Una niña se encontraba tranquilamente caminando con una bolsa de tortillas en la mano, mientras a lo que se encontraba catando una canción famosa del país.

—En la feria de Cepillin me encontré una trompeta. Tu-tu la trompeta. Tara-tara la guitarra, bum-bum el acordeón. Chiquitín, chiquitín, en la feria de Cepillin.

Se pone bailar un poco, pero justo en ese momento se detiene ya que vio a continuación lo inicio alamar mucho. Ya que resulta que su casa se encontraba incendiándose.

—¡No, no, no, no!¡Mamá! —Deja caer las tortillas al suelo.

La niña corre toda prisa decidida arriesgarse entrando a la casa en llamas, pero sin darse cuenta que lo lejos había figura misteriosa de espalda vestida de blanca y con el símbolo de una mariposa de color roja que se iba del lugar. Ya una vez adentro de la casa, la niña estaba desperado teniendo mucho cuidado con el fuego para no ser quemada hasta que por fin encontró su madre que estaba en la sala llevándose la horrible sorpresa que se encontraba en el suelo tirado con una gran marca de sangre en el estómago.

—¡Mamá! —Se agacha moviéndolo un poco, viendo cómo reacciona lo que lo alivio un poco.

—Mija —Tose un poco sangre de la boca—, por favor, es peligroso que estes aquí.

—¡No voy a dejarte aquí sola! —Inicia a lagrimar, a lo que toma su mano derecha ensangrentada—. —No quiero perderte.

—No te preocupes por mi Marina —Le pone su otra mano que estaba limpiándole sus lágrimas—, yo sabía que mi momento llegaría.

—¡No digas eso mamá! Por favor, no digas esas palabras...

Pero de repente la escena comienza a volverse completamente blanco.

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De vuelta en el presente.

Marina Mares despierta jadeando de forma sorpresiva y levantándose.

—¡Todavía hay esperanza! —Para darse cuenta que lo qui vivió nada más fue un sueño—, en serio como odio tener esos sueños.

—¿Sueños o recuerdos?

A Marina le llamo la atención esa voz para descubrir que se trataba del maestro Oogway que estaba a espaldas de ella preparando algo de té, hasta que vio que en su cuerpo tenía agujas finas clavados en determinados puntos de su cuerpo. Como igual dándose cuenta que se encontraban en el acantilado con la hermosa vista el océano y el durazno de la sabiduría celestial de Oogway.

—No te asustes que tengo experiencia a la acupuntura y como en la medicina tradicional. Sin olvidar que estuviste un buen tiempo dormida una vez te quitara la parálisis de nervios que te di —Oogway se le acerca con un tazón lleno algo que cuando lo olio Marina le dio asco.

—Claro, como si me obligara a... —Hasta que Oogway le clava una ajuga en su frente haciendo que su cara se palizada, para luego metérselo en su boca y quitarle la ajuga.

Lo que hizo que reaccionara tragándose la medicina lo que le dio asco.

"¡Huaquéatelas! Esa cosa sabe a mierda" —Lo que hizo que Oogway reía un poco—. —¿Espera entendió lo que dije? —Mientras se inicia a quitar las ajugas de su cuerpo.

No eres el único con raíces de origen latinoamericanas y para ser una sirena de cola dorada eres más humana que sirena. ¿Lo cual eso es curioso? —Lo que sorprendió a Marina.

Krakens y Sirenas: Conoce a los Gillman, Conozcan a Zafiro GillmanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora