Parte 8

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Después de lo de ayer, al día siguiente.

Atrás de la preparatoria de Oceanside en donde había nadie debido que todos se encontraban en clases, observamos como ya se encontraban Ruby, Zafiro y Chelsea, menos a Marina ya que no se encontraba con ellos.

—¿A qué hora llega esa estúpida sirena de Mares?

—¡Zafiro! —Ruby le llama atención.

—Ya estoy aquí "pendejo" rojo —Aparece Marina—, también las sirenas necesitamos desayudar sabes.

—Bien, ya que todos estamos aquí —Inicia hablar Chelsea—, el ultimo entrar al océano es un percebe podrido —Se lanza al océano.

—¡Oye, no es justo Chelsea! —Ruby igual se lanza al océano.

A lo que eran seguidos por Zafiro y Marina que se miran seriamente para después lanzarse al océano ya tomando sus formas marítimas para después ver como Ruby y Chelsea los dejaban atrás.

—¡Oigan! Espérenos par de estúpidas —Hasta que recibió un pequeño golpe de dedo de Zafiro—. —¡Auch! ¡Pero que te pasa "estúpido rojo"!

—No le digas, estúpida a mi hermana, maldita —Lo que hace gruñir a Marina.

—De acuerdo, vamos que tenemos que alcanzarlas —Inician a nadar para adelante, siendo seguido por Zafiro—, todo lo que sea para que su maestro me devuelva mis tridentes dorados —Habla en voz baja en esa parte para que no lo escuchara.

—"En serio mamá, ¿Cómo rayos piensas que me haga amiga de una maldita sirena como ella?" —Dijo Zafiro pesándolo.

Los dos logran alcanzar a Ruby y Chelsea, poniéndose cada quien en su lado.

—Te recuerdo Ruby, que si una de estas desgraciadas sirenas hace una cosa mala como no sé, como apuñalados por la espalda te puedo asegurar que los voy pescado frito.

—Por favor, Zafiro. Ya te pareciendo tanto a mamá y a Gran Mamá.

—¡Oye! Yo no me parezco a mamá o Gran Mamá. ¿O sí?

—Por cierto, mamá no te castigo, ¿verdad?

—Si me castigo y me puso uno de los peores que se le pudo ocurrir.

—Dímelo, no creo que sea tan malo.

—Quiere que me haga amiga de Marina.

—¿¡Que!?

En cuanto con Chelsea y Marina que estaban más adelante hablando para que nos los escucharan los dos krakens gigantes.

—No puedo creer que un viejo humano te haya quitado tus tridentes dorados.

—No era cualquier humano viejo, era el maestro de Zafiro de Kung Fu.

—¿Maestro de Kung Fu? ¡Espera! ¿De casualidad ese viejo humano se llama Oogway?

—Si. ¿Acaso tú lo conoces?

—No del todo, solo había escuchado historias por parte de mi madre, la reina Nerrisa, sobre la existencia de un poderoso guerrero humano practicante del arte marcial del kung fu que puede sobrevivir meses sin comer nada más que el roció de una hoja y la energía del universo. Y porque Ruby me dijo que su familia es buen amigo de él.

—¿No crees que eso es exagerado eso de la hoja y el jugo del universo? Pero puedas que tengas razon en la parte de poderoso, ya que a pesar de su edad avanzada pudo paralizarme con un solo movimiento y más veloz que un humano normal ya que me pudo esquivar con facilidad un ataque mío.

Krakens y Sirenas: Conoce a los Gillman, Conozcan a Zafiro GillmanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora