☕︎𝓝𝓲𝓷̃𝓸 𝓭𝓮𝓵 𝓬𝓪𝓯𝓮́ ☕︎ (𝚜𝚎𝚗̃𝚊𝚜 𝚡 𝙼𝚊𝚕𝚎𝙾𝙲!)

☕︎𝚌𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘 𝚇𝚅𝙸☕︎

Eom Seok siempre estaba trabajando, eso no era novedad para nadie, el hombre se pasaba horas y horas laborando, no solo en la oficina si no incluso en su propia casa pero, ahora que estaba de vacaciones Ha-neul estaba prácticamente igual, Daehyun por otro lado aún tenía algunas semanas más de clase y para rendir examenes, y por último Min se pasaba las horas en casa buscando que hacer.

La chica se levantó de la cama con desgano, miro la hora en su teléfono, era casi medio día pero ella no había tenido motivación alguna para levantarse de la cama antes, se estiró y se dispuso a ir al baño para lavarse la cara.

Se seco la cara con la toalla y se miró en el espejo, los ojos algo hinchados por dormir tantas horas, el cabello revuelto y esa expresión neutral que siempre estaba en su rostro.

Soltó un suspiro y se ato el cabello en una coleta alta para no tener que cepillarlo, se acomodo un poco el fleco y salió del baño.

Bajo las escaleras directo hacia la cocina, de dónde provenía el ruido del agua corriendo.

Vio a su madre lavando algunos platos, se acercó al refrigerador y lo abrió escrutando con su mirada el interior, tomo una pequeña botella de yogurt bebible y se tiró en uno de los sillones de la sala para beberla.

Mientras la bebía no pudo evitar pensar en lo monótona que se había vuelto su rutina, comenzaba a hartarse de ella.

Normalmente Ha-neul y Daehyun estaban libres en casa durante vacaciones así que buscaban cosas que hacer juntos, pero el primero estaba muy enfocado en su trabajo y su hermano en la universidad.

Min no podía evitar pensar en lo mucho que se habían distanciado desde inicios de año, no los culpaba a ellos por supuesto que no.

Sabía que su hermano debía concentrarse en su carrera y Ha-neul disfrutaba del trabajo en la cafetería más que nada en el mundo, estás cosas los habían mantenido distraídos incluso durante fines de semana, en dónde Ha-neul trabajaba a tiempo completo y Daehyun se dedicaba a estudiar y terminar tareas, no había dicho nada porque sabía que ellos estaban felices con sus nuevos ritmos de vida pero no podía evitar sentirse un poco desplazada.

No podía evitar el sentimiento de nostalgia por extrañar como eran las cosas antes, siempre estaban jugando, charlando o simplemente mirando cosas los tres juntos, y las últimas veces que habían hablado entre todos solían tratar sobre lo mismo.

La salida de Ha-neul del closet.

No es que le molestará el tema o algo por el estilo, que su primo pudiera exteriorizarlo y sentirse libre de ese peso era de las cosas que más deseaba, pero extrañaba las tontas charlas que solían tener, con chistes que solo ellos entendían, cambios de tema repentinos y dudas existenciales que solían tener, todo eso había desaparecido ese mismo año.

Y se notaba que a Min le molestaba aquello.

Gyeong-hui era observadora y no le costó nada saber que algo atormentaba a su hija, es decir, si no fuera así la chica no se habría quedado sentada en el sillón tras terminar su bebida, con la mirada perdida en quién sabrá dónde.

La mujer se acercó a ella y le pasó la mano frente la cara varias veces hasta que reaccionó.

--[¿Te sucede algo cariño?]-- formulo una vez tuvo la vista de su hija sobre ella.

Min se acomodo mejor en donde estaba, haciendo una seña a la mujer para que se sentara con ella, tenía la mirada baja mientras trataba de formular sus palabras, sintió una de las manos de su madre levantarle el rostro, la mujer la observaba con una de sus características sonrisas.

Esa sonrisa que siempre lograba tranquilizarla, era como si le estuviera diciendo que todo estaba bien porque ella estaba ahí con ella, Min dejo salir una pequeña sonrisa y hablo con una mirada algo melancólica.