¿Nunca has amado, Paloma? Nunca

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Paloma Smith

Eran las ocho de la noche y faltaba poco tiempo para que Violett me viniese a buscar. Tomé un baño y me vestí con una falda de cuero negra y una blusita blanca de tiras, calcé unos converces y me hice una coleta, me apliqué brillo labial y ya estaba lista.
Tocaron un claxon y oí la voz de Laura anunciando que me buscaban.
Salí de mi casa luego de besar la mejilla de mi hermana.

Un costoso carro negro estaba ocupado sólo por Violett y un hermoso chico pelinegro. Iba a abrir la puerta trasera y el chico rápidamente se bajó del auto y me abrió la puerta.
Me superaba por dos cabezas en altura, usaba un pulóver negro y ancho, tenía un estilo que me encantaba.

- Buenas noches.- le dije y me adentré en el asiento trasero, imitó mi acción y puso el carro en marcha.- Hola, Violett.

- Hola Paloma.- me dedicó una sonrisa.- Leo, esta es mi nueva amiga, Paloma. Paloma este es mi hermano, Leo.

- Un gusto.- me saludó a través del espejo retrovisor, sus ojos eran pozos.

- Igualmente.- desvíe la mirada hacia Violett.- Y los demás chicos?

- No hay otros chicos, sólo nosotros. Esos tontos se negaron a venir cuando se enteraron que Leo vendría con nosotros.- dijo con tono molesto.

- Pero...por qué?- pregunté curiosa.

- Pues porque un amigo se intentó sobrepasar conmigo y Leo le rompió la nariz, ahora los demás le temen y tienen más razones para no juntarse con mi hermano.

- Ese no era tu amigo entonces...- me picaba la curiosidad.- Qué otras razones tendrían para no querer juntarse con él?

- Este gigante está en el último año de uni!.- exclamó orgullosa.

- Aaa y qué estudias?- saqué un tema de conversación.

- Medicina.- no sacaba la vista de la carretera, que responsable.

- Wow, que cool!- siempre dije que si no estudiaba derecho sería medicina.- Y te gusta la carrera?

- Si, me encanta.

En menos tiempo del que creí ya estábamos fuera del centro comercial. Escogimos una película de terror y compramos palomitas acarameladas y coca colas. Sería una noche agradable...

Íbamos por la mitad de la película y el hombre protagonista estaba siendo torturado, le arrancaron los brazos y le sacaron los ojos. Estaba a punto de vomitar. Salí corriendo de la sala y me dirigí hacia el sanitario.

A los pocos segundos se aparecieron Violett y Leo en el baño. El segundo me dió alcance y me sujetó el cabello, vomité las palomitas y la coca cola. Definitivamente no fue una noche agradable.
La cabeza me daba vueltas y sabía que me desmayaría nuevamente.

- Me pueden llevar a casa?- pregunté apenada. Les había arruinado la noche.- Gracias Leo.

Asintió y los tres salimos del sanitario. Esta contusión sí que tenía efectos. Oh Dios! Me daba vueltas todo. Salimos del centro comercial y rápidamente ya estábamos en el auto, camino a casa .

- Te cayeron mal las palomitas?- preguntó Violett preocupada.

- Creo, eso y la escena que presenciamos de la película me tenía mareada.

- Oh, hubiésemos escogido una de romance.- respondió ella.

- Já, hubiese vomitado antes.- comenté irónica. No es que no creyera en el amor, sólo que crecí viendo cómo mi padre amaba y siempre respetaba a mi madre, pero de un día para otro, se cansó y se marchó. ¿No y que la amaba?.

Paloma Mía {Borrador}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora