Dama en apuros

10 3 9
                                    

Narrador omnipresente.

Diez horas antes...

- Desde ahora la seguirás, sabrás con quién habla, qué hace, dónde va y hasta lo que sueña. Estoy muy preocupado por ella.- miraba su vaso de whisky.

- Será un gusto.- y de verdad que lo será.

- Mi niña...- sus ojos ya estaban aguados.

- De niña ya no le queda ni un pelo, tienes que aceptar que ya es una mujer y que tiene su propia vida.

- No lo entenderás, yo...yo debí...- y se deslizó una lágrima por su mejilla.

- Ey, no llores. Tú niña es hermosa e idéntica a ti, no te preocupes, seguro te entenderá.- traté de calmarlo.

- Ella no me perdonará, aún si lo hace mi conciencia no estará tranquila.- que no salga con eso nuevamente.

- No vuelvas a ni siquiera insinuarlo, ella debe amarte y entenderte aún más por ese hecho y no te culpes, ocurrió hace dieciocho años y es irrelevante.

- Es mi vida. Debes cuidarla así cómo protegerías a Amelie.- asentí.

- Daría mi vida por tu niña.- Y no mentía, le tenía un cariño especial sin conocerla.

Actualidad...

La perdí! La perdí!. ¿Dónde se metió?. Salió del establecimiento y empezó a caminar por un callejón, tuve que tomar por otra calle y cuando pude estar del otro lado ¡Ya no estaba!. ¿Y si se desmaya nuevamente?

Golpeé el timón del auto y maldecí. Salí del vehículo y escuché un grito.

- Ayuda!- era la voz de una mujer y rezaba porque no fuese ella.

Me adentré en el callejón mientras enfundaba mi arma y entonces la vi, era tocada por dos malnacidos mientras forcejeaba.

- Alto!- no podía disparar porque estaban muy cerca de ella.- Lárguense de aquí antes de que les dispare.

- No te metas hombre, busca otra mujer, esta la encontramos nosotros.- y me hirvió la sangre, tomé el riesgo y le disparé en la pierna a la escoria que habló.

Ella soltó un grito y se agachó tapando sus oídos.

- Qué se larguen dije!!- uno de los hombres le ayudó a levantarse al que estaba herido y ambos se echaron a correr y a cojear.

Me acerqué rápidamente a ella y me agaché quedando a su altura, intenté sobarle el brazo pero rápidamente se alejó empezando a llorar.
¿Por qué la sentía tan familiar? Tenía esa confianza de querer abrazarla y no sabía el por qué.

- No me hagas daño, por favor.- lágrimas brotaban de sus ojos mientras se alejaba poco a poco. Nunca imaginé que la niña, ya no tan niña, pudiese tener una voz tan profunda.

- No te haré daño.- la tranquilicé.- Es muy tarde ya para que andes sola. ¿Dónde estabas?

Si cara se descompuso y se limpió las lagrimas.

- ¿ Y eso a tí que te importa?- Si, definitivamente tenían el mismo carácter horrible.

- Vamos, esta noche soy tu salvador. Me puedes contar que hacías sola a esta hora.- Sonaba cómo un acosador.

- Bueno...- dudó - vengo de mi trabajo.

Se dió la vuelta para empezar a marcharse.

- Ey! - la llamé y se giró - Te puedo llevar a tu casa.

Y soltó una carcajada, sonó hermosa. Vamos!! ¿Qué dices?.Me regañé internamente.

- Pero bueno!- exclamó.- Muchas gracias por salvarme y por espantar a esos tipos, pero ya no te necesito, estoy bien. Además de que eres un completo desconocido.- Si supieras que no, Ita. Pensé.- Y podrías ser fácilmente un matón.

Solté una carcajada.

- Me dices tu nombre?- le pregunté y ella arqueó una ceja. Quería ver qué me decía o quizás escuchar su nombre de sus labios a pesar de que ya lo sabía.

- Para tí soy una dama en apuros.- me contestó y le dediqué una sonrisa de lado.- Y tú, cómo te llamás?

- Para usted, mi dama en apuros, soy su valiente caballero.- soltó una carcajada, se dió la vuelta y se marchó.

Y fue una forma asombrosa de conocer a alguien que quisiste tu vida entera.

.
.
.
.
.
Holaa queridos lectores, les quiero agradecer por darle una oportunidad a esta historia. Si les está gustando y han llegado hasta aquí les pido que dejen sus comentarios y sus votos.
Siii, yo también estoy 😬😬😬expectante por saber quién es este hombrecito que la acecha.


Paloma Mía {Borrador}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora