Valiente caballero

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Narra Paloma

- Alto!- Miré hacia dónde provenía la voz y me quedé paralizada, me recorrían el alivio pero a la vez el miedo. Un hombre apuntaba con un arma a los hombres que antes tocaban mi cuerpo.-Lárguense de aquí antes de que les dispare.

Era un hombre alto, demasiado alto, robusto, su mandíbula estaba muy bien definida, dándole así un aire intimidante, poseía un cabello castaño oscuro y tenía facciones muy firmes. Me permití escanearlo un instante considerando la posibilidad de que quisiera abusar de mí al igual que estos hombres.

-No te metas hombre, busca otra mujer, esta la encontramos nosotros.- dijo uno de los animales que me tenían sujetada. Pude percibir una mueca de molestia en la cara del hombre armado

De momento un estruendo llegó a mis oídos y comprendí que le había disparado al hombre que habló, me soltó y vi la sangre brotar de su pierna. Él pánico me invadió y solté un grito, me  agaché y puse las manos en mis orejas.

- Qué se larguen dije!- sonó cómo el rugido de un león la voz de ese hombre y los dos tipos huyeron.

Se acercó a mí hasta arrodillarse a mi altura, intentó sobar mi brazo pero me arrastré hacia atrás mientras el llanto salía de mi interior. Ni siquiera me había dado cuenta que lloraba.

- No me hagas daño, por favor.- lloriquee   con el temor de que este hombre me quisiera violar. Vi una nota de tristeza surcar su rostro y me replantee que el detalle pudo haber sido una imaginación.

-  No te haré daño.- me dijo con voz suave.- Es muy tarde ya para que andes sola. ¿Dónde estabas?

Espera, espera...¿Qué? Me limpié las lagrimas y podía jurar que mi cara era todo un poema.

- ¿Y eso a tí que te importa?- Levantó una ceja.

- Vamos, esta noche soy tu salvador. Me puedes contar que hacías sola a esta hora.- lo miré de arriba a abajo. No parecía malo.

- Bueno...- ¿Debería hablar con un desconocido? Pensé. - vengo de mi trabajo.

Me di la vuelta para marcharme. Estaba en un callejón de madrugada, sola con un hombre al que no conocía, todo estaba sucediendo a pedir de boca para que fuese una película de terror mi vida.

- Ey! - me llamó - Te puedo llevar a tu casa.

Solté una sonora carcajada. Este hombre si que era confiado.

- Pero bueno!- le dije - Muchas gracias por salvarme y por espantar a esos tipos, pero ya no te necesito, estoy bien. Además de que eres un completo desconocido.- soltó una risita que me pareció muy sexi.- Y podrías ser fácilmente un matón.

Se empezó a reír alto y sin tapujos.

- Me dices tu nombre?- Arqueé una ceja. ¿Debería decirle mi nombre?

- Para tí soy una dama en apuros.- le contesté. Ahora que se me había esfumado el miedo, ya podía notar lo guapo que era.- Y tú, cómo te llamás?

- Para usted, mi dama en apuros, soy su valiente caballero.- solté una carcajada y lo miré nuevamente de arriba a abajo, sentí algo extraño en mi estómago y rápidamente me di la vuelta. Qué día de locos.

Llegué a mi casa y corrí hasta mi cuarto, me olvidé completamente de que lo compartía con Laura y cuando entré en este, me abrumó con demasiadas preguntas al ver estado.

- ¿Hermana, qué ocurre?- no le respondí y tampoco paré de mecerme de atrás hacia delante en mi cama.- Ita, me estás preocupando. ¿Te hicieron algo?

- No te atrevas a llamarme así nuevamente.- me limpié las lágrimas y levanté nuevamente un muro entre nosotras.- Estoy perfecta, sólo que a diferencia de tí yo si extraño a nuestro padre.

Paloma Mía {Borrador}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora