*Iker Soler*
Mientras más la observo más curiosidad tengo de saber que esconde detrás de esos ojos tristes, pero sé que no es el momento, cuándo nos acabamos de conocer y la confianza es nula. Pero es una necesidad que siento de saber más sobre ella.
Ya llegamos a España y simplemente me aferro a tratar de estar con ella un poco más de tiempo y me atrevo a decirle.
- Si quieres puedo llevarlos al hotel, también voy hacia allá.
-No te preocupes yo pido un taxi, muchas gracias por ofrecerte y por la recomendación. -me mira desconfiada y lo entiendo nos conocimos hace un par de horas atrás. Me gusta que sea desconfiada y precavida, aunque conmigo no quisiera que lo fuera.
-Si me preocupo porque estás sola con un niño, entiendo que no quieras ir conmigo así que esperaré tu taxi para seguirlos y ver que llegaron bien. - digo serio.
- Muchas gracias, Iker. - sonríe aliviada.
-No agradezcas para mi es un placer. -sonrío coqueto y se pone roja, me encanta su timidez.
*Sara*
Llegamos a España y Iker se ofreció a llevarnos al hotel que nos recomendó, obviamente le dije que no, no voy a montarme con mi hijo y un desconocido, puede terminar mal, lo he oído en las noticias, hello vivo en Latinoamérica. Soy desconfiada por naturaleza y con mucha razón.
Nos siguió hasta el hotel para saber que habíamos llegado bien y ayudarme a conseguir una habitación. Eso no me lo esperaba, pero lo agradecí muchísimo.
- Esta es la tarjeta de la habitación y ésta la mía, por favor llámame o escríbeme si necesitan algo -dice Iker.
-Muchas muchas gracias de verdad, pero espera. -lo miro confundida - No te dí el dinero de la habitación.
- Luego me lo das, no te preocupes por eso ahora, vayan y descansen. -me mira a los ojos por varios segundos, me pone una mano en el hombro y me empuja a hacia el ascensor.
- No, no me gusta deberle dinero a nadie, dime cuánto es por favor. ¡Por ahora pago por una semana! -lo miro suplicante.
-No puedo hablar ahora tengo que irme, espero verlos pronto. - sonríe y se va.
-Mamá ese hombre fue muy bueno con nosotros. -dice mi hijo sorprendiéndome.
-Si bebé lo ha sido, pero me gustaría pagarle por esta semana que estaremos aquí. - Eso es lo que espero q sea solo una semana y no más, eso no se lo digo.
Llegamos a la habitación y me sorprendo esto parece un apartamento, tiene dos habitaciones separadas, cocina, sala y una ventana gigante con una vista hermosa. La noche aquí debe costar un riñón. -miro todo preocupada por el precio.
Tocan la puerta. -Servicio al cuarto!
Abro la puerta y es una mujer que trabaja aquí, con mucha comida.
-No ordené nada, lo siento.
-Esto se lo envía el jefe. - Entra y coloca la comida encima de la mesa.
-Tu jefe? ¿Quién es? -pregunto confundida
-Si señorita uno de los dueños del Hotel, Iker Soler.
Me quedo muda y ella sale de la habitación. Es que de momento no puedo creerlo. Claro el hotel se llama Soler. ¿Como no lo relacione antes con él? No voy a pensar en eso ya tendré tiempo después, por ahora tengo hambre y estoy muy cansada por el viaje.
Ceno con mi niño la comida que él nos envió, nos bañamos y nos acostamos a dormir.
ESTÁS LEYENDO
Sara nuestra fugitiva (+21)
Short StorySara huye de su país con su hijo Noah de 8 añitos. Huye de su pasado que la atormenta y vuelve a buscarla, pero ya no es la misma de antes, aún con todos sus miedos hará lo que este en sus manos por la seguridad de su hijo. En ese país conoce a los...