Capitulo 23

703 47 1
                                    

*Sara*

Llegamos a nuestra casa, subo a darme un baño y cuando salgo mis Soler me están esperando sentados en la cama.
Izan se levanta y camina hacia a mí, toma mi quijada y la sube para que lo mire..

-Cómo es que fuiste tan valiente hoy muñeca? ¿Cómo es que me entero de que mi futura esposa sabe manejar un arma en plena balacera?

Pensé que estaría molesto, pero eso no es lo que veo en sus ojos, está excitado a mi Izan le excitó verme disparando. -pienso y aguanto las ganas de reír.

-Bueno no es algo para enorgullecerme. Nunca me gustaron las armas y menos después de haber tenido dos apuntándome a mí y a mi hijo. Pero tuve que hacerlo Izan por mi seguridad y la de mi niño. Y en este caso la utilicé porque no quiero que ustedes salgan heridos por mi culpa y tampoco quiero recibir un castigo por haber recibido mi justicia. Él debe aceptar que él está en prisión por sus actos no los míos.

-Eres una caja de sorpresas mi Sara, verte defendiéndote, verte actuar sin miedo, me dio una especie de satisfacción y ahora lo recuerdo y no puedo evitar excitarme, me encantas Sara, en tu debilidad y en tu valentía. Cada día nos demuestras que eres más de lo que merecemos.

Se me humedecen los ojos, pongo mis pies de puntas y lo beso, un beso delicado. Mientras siento la presencia de Iker atrás, me separo de Izan y me volteo.

Iker se acerca tanto a mí que siento su erección en mi barriga. Subo mi cara para mirarlo a los ojos.
-Me queda claro que eres más de lo que merecemos y aún así somos egoistas y no te dejaremos ir nunca. Te amo Sara.

- Te amo mi Iker Soler.

*Días despues*

-Mi amor estás lista? -pregunta Iker

-Sí -digo bajando las escaleras para irnos directo a la cita del ginecólogo.

Llegamos a la oficina del doctor y no esperamos más de 15 minutos cuando nos llamaron para pasar.

Entre todo lo que nos dijo el doctor, podía hacerme una reversión de ligadura de trompas y quedar embarazada de forma natural. Sin embargo, esa cirugía se realiza muy pocas veces. Y eso se debe a que las tasas de éxito con la fertilización in vitro se han elevado. Así que escogimos el in vitro. Y comenzamos con unos medicamentos para ovular, es un procedimiento complejo. Nos dejó claro que no importa cuantos óvulos consiga tener solo me pondrá tres embriones, porque la posibilidad de tener un embarazo múltiple por mi edad es mucha y se usarán las dos espermas.

Salimos de la cita, buscamos mis pastillas y vamos de camino a casa, ya que mis hombres tienen que ir al hotel a trabajar.

-Quiero que sepas que no nos interesa quien sea el padre biológico del bebé si mi hermano o yo, es nuestro hijo y lo trataremos como tal. -Dice Izan mirándome y tomando mi mano.

-Creo que era algo que necesitaba escuchar mi amor. Aunque no esperaba menos de ustedes, gracias. -digo besando su mano.

*Una semana después*

Hoy estoy en una librería para luego ir a almorzar con mis hombres. Me convierto en niña cuando entro en una, no puedo evitar mi sonrisa al ver los libros. Tomo un libro y comienzo a leer su sinopsis, siento esa mirada de nuevo. Volteo mi cara y busco disimuladamente si hay alguien mirándome pero no. Coloco el libro donde estaba, tomo otro y procedo hacer lo mismo. Ahí lo veo, está de espaldas tratando de salir de la librería, pero hay personas obstruyendo el paso.
Siento un coraje inmenso al verlo porque ahora todo lo que he sentido en estos días tiene sentido ha sido él no tengo pruebas, pero tampoco dudas. Coloco el libro rápido en su lugar y voy directo hacia él.

Sara nuestra fugitiva (+21)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora