EXTRA♥️

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*Sara*

Me levanto y miro hacia la ventana, el día está bonito, el sol está radiante y el cielo azul. Lástima que no lo pueda disfrutar porque es solo otro día más en un centro psiquiátrico. Cuando dí a luz, una semana después no podía encontrar el amor hacia mis hijos y a mis esposos y eso me hacía llorar constantemente. Intenté por todos los medios volver a sentir y no pude. Me destruía no encontrar nada dentro de mí.

Llegué al punto de pensar que lo mejor era alejarme de mi familia para no lastimarlos con mi indiferencia. Pero eso me dolía más, porque no era que yo no quisiera volver a amarlos, simplemente sentía que me habían arrebatado el corazón y con él se llevaron mi amor por ellos. Me dolía, pero prefería morir antes de abandonar a mi familia.

Cuando le comenté eso a mí psiquiatra tomó la decisión de que ya era hora de venir a este centro y tomar el tratamiento correspondiente para la Depresión Postparto que según ella tenía. Y es obvio que yo quiero que sea solo eso, algo que no sea indefinido porque quiero mejorar, curarme de esto y volver a amar de la forma tan intensa que sé hacerlo.

Ya ha pasado una semana desde que estoy aquí y aún no siento nada, no los extraño y ni siquiera deseo verlos. Eso hace que llore la mayor parte del tiempo, no por ellos sino por mí. No entiendo quién soy, yo sí anhelo volver a sentir, anhelo amar, anhelo ver a mis hijos crecer y ver a mis esposos con el mismo deseo que antes. Bueno eso es lo que quiero sentir, porque en realidad ahora no siento absolutamente nada, solo dolor por mi falta de amor.

Hoy se cumple un mes en este lugar, hace dos semanas me subieron la dosis de medicamentos he tenido mucha terapia y terapia en grupo. He llorado constantemente pero no por mi falta de sentimientos. Si no, por sí sentirlos, los extraño cada día más, mi corazón se desborda de amor por mi familia, pero lo difícil de volver a sentir es que llega la culpa, la culpa de haberlos tratado con indiferencia, el pensar que quizás mis hijos sintieron en algún momento que no los amaba, aunque intenté que eso no sucediera, el haber perdido un mes de crecimiento de mi bebé Iann y por haber dejado a mis esposos toda esa responsabilidad, además de darles la carga de preocuparse por mi salud mental.

Ya estoy lista, me puse un traje largo blanco con flores color rosa y hojas verdes pequeñas, me solté el cabello y me coloqué un poco de maquillaje. Voy hacia el jardín y los veo, están sentados, Iker tiene a Isabella en su regazo a su lado está Izan y frente a ellos está mi niño mayor Noah con Iann en sus brazos. Me detengo en la puerta mientras los miro y mis lagrimas bajan sin parar, quiero correr hacia ellos, pedirles perdón e irme con ellos a nuestro hogar. Analizo todos estos sentimientos mientras lloro y agradezco a Dios por volver a sentirlos. Ha sido un mes sin verlos, sin hablar con ellos y solo hace dos semanas es que comencé a extrañarlos.

Nuestras miradas se encuentran e Izan se levanta y su cara demuestra preocupación. Corre hacia a mí y yo hago lo mismo, nos abrazamos con tanta fuerza que duele, pero un dolor que me llena el alma, amo volver a sentir este amor tan grande por ellos.

-Te extrañe tanto mi vida. -dice Izan llorando mientras me abraza y yo lo rodeo con mis piernas en su cintura. -Porque lloras amor? Me habían dicho que estabas mejor, no es así? -pregunta preocupado.

-Lloro porque te amo y te extrañaba demasiado, a todos.

El me baja al suelo, me toma la cara y me da casto beso. Siento como otros brazos me rodean, es mi Iker lo abrazo fuerte y lo beso. Los tengo a los dos frente a mí...
-Perdónenme por favor. -digo llorando.

-Que te pasa Sara? Esto no fue tu culpa, no eres ni la primera ni la última mujer en tener depresión postparto. No hay nada que perdonar, te amamos y solo queremos que te mejores y vuelvas con nosotros. -dice Izan tomándome la cara delicadamente.

Sara nuestra fugitiva (+21)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora