13.Una santa

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Algo al respecto de Abigail le daba un perpetuo aspecto de fragilidad, quizá era su piel blanca como la porcelana o sus ojos siempre vidriosos que parecían contener lágrimas a punto de derramarse. Es difícil señalar que la hacía lucir tan indefensa, pero algo sí estaba claro su mera existencia inspira un deseo irracional de protección.

Abigail se sentó en uno de los sillones individuales de la sala y Will la imitó sentándose en el sillón que quedaba opuesto. Mientras pasaba el tiempo Graham trató de averiguar qué está mal con ella, a su mente vinieron los problemas clásicos de la adolescencia pero ninguno parecía lo suficiente grave como para causar ese nivel de desesperación

"¿Te puedo ofrecer algo para tranquilizarte?¿Té? ¿Café? ¿Agua?" preguntó Hannibal desde la cocina para luego contestarse solo, "Té, me parece que lo que necesitas en té"

Un silencio sepulcral se extendió entre los presentes hasta que Winston se despertó y comenzó a rondar por la sala mirando desconcertado a aquella jovencita extraña, al sentirlo cerca Abigail trató de acariciar al animal pero este huyó ante el repentino acercamiento.

"No te lo tomes personal, le cuesta ganar confianza con los humanos" explicó Will al ver que su mascota huía de la joven.

"Quizá debería aprender de él" susurró Abigail contrayéndose en su pijama.

Lecter se acercó desde la cocina sosteniendo una bandeja con tres tazas idénticas, "Aquí tienes, también preparé uno para nosotros".

La adolescente extendió sus manos para recibir la taza, mientras la sostenía examinó su contenido como si no estuviera realmente segura de qué hacer con ella. Su mirada se perdía entre las olas de calor que desprendía el brebaje.

"Abigail, estoy seguro que entiendes que es un poco desconcertante presentarse en la casa de alguien a esta hora de la madrugada" Hannibal tomó asiento junto a Will, cruzó las piernas y le dió un sorbo a su propia taza de té, "¿Hay algo de lo que te gustaría hablar?".

La joven asintió de una forma apenas perceptible, para luego mirar en dirección a Will.

"Habla con confianza, él puede escuchar lo que sea que tienes que decir" respondió Lecter al ver la inseguridad de su paciente.

"Huí de casa" comenzó a decir Abigail cabizbaja.

"Me parece que eso es evidente, lo que me interesa es el motivo de tu huida".

"Huí para ponerme a salvo" las palabras de la adolescente salían a cuenta gotas, algo la tenía completamente perturbada.

"¿A salvo de qué? ¿De quién?" preguntó Will intercambiando una mirada de confusión con Hannibal quien parecía capaz de predecir el desenlace de esta situación.

"¿Tiene esto algo que ver con el hecho de que hayas parado tu terapia con la Dra. Bloom?" dijo Hannibal depositando su taza en una mesa frente a él y entrelazando sus dedos.

Abigail asintió temerosa una vez más, "Ella siempre está tratando de que haga cosas que no puedo... no puedo".

"¿De qué clase de cosas estamos hablando?" Hannibal trató de llegar al verdadero origen del problema.

Al escuchar esta pregunta la adolescente alzó el rostro momentáneamente, "Milagros".

"Abigail, los milagros están limitados a las divinidades, no son nada que pueda lograr una jovencita de tu edad y estoy seguro de que una mujer de ciencia como la doctora Bloom entiende eso a la perfección, necesito que seas más explícita en tu explicación para comprender de lo que estas hablando"

La adolescente tragó saliva y finalmente se armó de valor para explicar su situación, "Ayer la Doctora convocó a una sesión de terapia grupal, normalmente estoy obligada a ir, si falto un reporte es enviado a mi escuela y pueden suspenderme. Es solo que, no me malinterpreten ... Las sesiones no suelen ser malas, en su mayoría se trata de externar nuestros problemas y apoyarnos unos a otros, pero en las últimas sesiones la doctora me obliga a hablar con ellos a darles palabras de perdón, a sonreír, a fingir una recuperación que no he logrado".

"Es claro que esa no es la mejor forma de buscar la recuperación colectiva, pero no me parece suficiente para hacerte venir a buscar refugio aquí" dijo Hannibal mirando a la adolescente con curiosidad.

Abigail agitó la cabeza desesperada, "En la sesión de ayer una de las mujeres ahí comenzó a contar su historia, al oírla me sentí genuinamente conmovida y cuando terminó de hablar le ofrecí un abrazo" Abigail pronunció su última palabra con una dificultad especial y comenzó a sollozar, "Solo fue un abrazo, nada más, pero ella enloqueció, comenzó a decirle a los demás que yo le había curado el dolor de su pérdida... yo no hice nada especial, lo juro".

"Abigail no necesitas probarnos nada a nosotros" Will trató de tranquilizar a la joven.

Al escuchar las palabras de Graham los ojos de Abigail se expandieron haciendo evidente su sorpresa, "Tuve que salir de ahí, todo se descontroló y la doctora no hacía nada para contenerlos, incluso me siguieron hasta mi casa, supongo que aún siguen ahí... tocando el timbre con la esperanza de que los cure".

"Este incidente..." Will detuvo sus palabras y se llevó una mano a los labios dubitativo, "¿Hay antecedentes previos a este incidente?"

Abigail negó con la cabeza, "Nunca pasó nada a este nível, a veces los residentes de la comunidad me buscan para hablar o piden mis consejos"

"Esto es una estupidez, es asqueroso" dijo Will.

"Abigail, definitivamente no puedes volver a tu casa, pero si no te parece inconveniente puedes quedarte a dormir aquí" Hannibal miró de reojo a Graham sorprendido por su reacción, "Con respecto a tu terapia, ese es un tema que yo personalmente discutiré con la Dra. Bloom porque me parece que diferimos totalmente en la forma en la que concebimos tu recuperación".

"Es solo que, tengo miedo..." susurró Abigail, "Esperan cosas de mí y me miran llenos de tanta esperanza que me aterroriza pensar que va a pasar cuando se den cuenta de que no puedo hacer nada"

"Oh, Abigail" dijo Hannibal en un tono extrañamente paternal, "Incluso los dioses se equivocan, desatan su ira, aniquilan a los humanos o sucumben a las tentaciones, no temas al error".


La joven permaneció en un sillón de la sala bajo el pretexto de negarse a ocupar una habitación y ser una molestia. Esa noche su única compañía fue la respiración acompasada de Winston que descansaba felizmente ignorante de los problemas humanos.

Antes de regresar a su habitación Will detuvo al psiquiatra pronunciando su nombre, "Hannibal".

Lecter volteó expectante de las palabras de Graham.

"No creo que Abigail se pueda quedar aquí sola" susurró Will.

"¿Qué sugieres?"

"Debería venir con nosotros, alejarse de esto, por lo menos mientras se enfría la situación"

Lecter examinó el rostro de Will, extasiado con la preocupación paternal que expresaba por su paciente, "Mañana haré los preparativos necesarios"

"Buena noche" respondió Will satisfecho.

"Buena noche Will".

A cult to you [Hannigram]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora