[Capítulo uno]

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La mañana estaba realmente hermosa, especialmente para la montaña Paoz. El lugar donde Goku fue criado cuando era un niño y vive actualmente con su esposa y su hijo menor, Goten, Gohan ya tiene desde hace algún tiempo su propia casa y familia.

Las ojas de los árboles caían una tras otra, un fuerte viento soplaba por el frío del otoño. Una pelinegra se hacía un moño como todos los días. Llevaba un kimono amarillo con partes moradas adentro del atudento.

Suspiró. Era otro día más haciendo lo mismo. Se dirigió a la cocina, el lugar favorito de su esposo. Había que alimentar a dos saiyans que comen x veinte.

Chichi observó una mesilla pequeña en el borde de la cocina. Acumuló parte del estrés que tenía y fuertemente la golpeó.

─ Joder- Pensó. El golpe la había hecho daño.

Chichi miró su mano, estaba magullada y con un raspón que soltaba sangre, aunque bastante poca. Lo que sí era es que escocía, y no muy poco.

El pomo de la puerta se giró suavemente. La pelinegra sintió algunos golpes en la puerta. Rápidamente escondió sus dos manos en la espalda. Una estaba encima de la otra presionando la herida.

Un pelinegro entró a la casa bostezando. Sus cabellos eran alborotados, una forma un tanto peculiar. Tenía puesto una camiseta y unos pantalones holgados de color marrón claro, cubierto de barro. En pocas palabras, ropa de agricultor.

Chichi sonrió de lado a lado mirando como Goku estaba todo sucio.

─ Goku, vete a dar una ducha- Dijó tapándose la nariz por el mal olor. Con la mano que estaba bien.

Él la obedeció, de todas formas tenía razón.

Veinte minutos después el saiyan volvió a bajar. Esta vez llevaba su traje naranja con el símbolo del ángel Wiss.

Mientras colocaba sus muñequeras se acercó a su mujer. Esta seguía sonriendo.

─ Chichi, voy a irme a entrenar con Wiss- La sonrisa en el rostro de Chichi desapareció.

¿Otra vez? ¿No debería acostumbrarse a que su marido le haga esto siempre? Chichi quería detenerle y que se quedara con ella, sabiendo perfectamente sus necesidades y como es la raza saiyan.

─ ¡Siempre es lo mismo!- Gritó enfurecida─. ¿¡Se puede saber por qué siempre estás entrenando, es que no tienes nada más en la cabeza o qué!?- Bajó el tono de voz tratando de tranquilizarse.

Goku la miró con pena. Realmente Chichi no lo entendía, entrenar era su prioridad.

─ Chichi, lo siento pero entrenar es lo primero- Contestó con voz dulce.

─ ¿Lo primero?- Preguntó apagada.

─ Si, entrenar y comer son las cosas que más amo en el mundo- Goku realizó una gran sonrisa con dientes.

A continuación puso sus dos dedos en la frente haciendo el shunkanido, teletransportandose la Corporación Cápsula donde sabía que Wiss lo esperaría.

Desapareciendo, Chichi cayó al suelo rendida. No iba a llorar, ella no quería hacerlo. Esa última frase le había destrozado el corazón en mil pedazos:
"Entrenar y comer son las cosas que más amo en el mundo".

¿Qué era de ella? Es su esposa...

¿Me amas? || Gochi ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora