¿Me amas? || Gochi ✔

[Capítulo trece]

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Chichi se soltó y fue a la duña poniendo una cara de "si entras o haces cualquier tonteria te mato".

Goku quería saber el enfado y el cambio de humor de su mujer. Dylan se había vuelto ¿una amenaza?

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Después de darse un baño con espuma y bombas de baño, Bulma se las había regalado cuando estaban comprando ropa.

Se cubrió su delgado cuerpo con una corta toalla. Sus caderas eran muy marcadas y sus pechos eran más grandes que el de sus amigas y cualquier otra mujer que haya conocido.

Agarró una bolsa de tela que estaba encima del inodoro. Había un vestido largo negro con estampados de rosas, mientras que el otro era demasiado corto, se le podían ver algo de los glúteos. Era de color rojo intenso.

No sabía si ponerse alguno pero como no se los probara Bulma la mataría segurisimo.

Cerró los ojos y apuntó uno con el dedo. Sin abrir los ojos se puso ese vestido para luego abrirlos y verlo.

─ Genial, me he puesto el rojo- Decía sarcásticamente.

El cabello de Chichi estaba suelto y esponjoso. Cogió su rizador del último cajón.
Su pelo tenía unos rizos de medios a puntas.

Chichi vió un tinte de pelo sobre la mesa.

─ Y si...- Pensó. Cogió el tinte y se empezó a echar un poco en las puntas.

Después de un rato el cabello de Chichi había quedado muy hermoso, era liso con rizos al final y las puntas de color morado oscuro, aunque había tenido que decolorarse el resultado le encantaba.

Se sentó en una silla y se miró al espejo, sacó cremas para hacerse la skincare. ¿Natural? Claro que si, solo que hay cuidarse mucho la piel.

─ Realmente no se porque me arreglo así, a quién le va a importar.

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─ Cuanto tarda- Goku bufó.

Estaba harto de esperar. Su mujer estaba molesta con él y no sabía la razón; al principio pensó que era por el entramiento pero ahora cree y está convencido al ochenta por ciento de que no es así.

Ver a Chichi con ese hombre tan felíz hacía que una vena de Goku estuviera a punto de estallar.

Quería decir que Chichi era solo suya y de nadie más, que nadie se la quitaría, es su amor, es su vida, si lucha y entrena es por ella y por sus hijos, por nadie más.

Volver a hacer a Chichi suya, sentir su cuerpo, sus caricias, su piel, sus labios, su tacto. Volver a oír esos gemidos que tanto exitan al saiyan. Goku tenía deseos...

Se levantó del sofa y fue al baño, salía algo de vapor por el suelo pero sabía que era por la ducha.

Abrió la puerta asomándose por un trozo, no quería hacerla enfadar más aún.

Ahí la vió en ese vestido, con ese pelo. El pelinegro se estaba poniendo nervioso, su cara estaba como un tomate.

Aguantate las ganas Goku.

Chichi volteó. Se sonrojo nada más verlo.

─ ¿Por qué estas aquí?- Sus manos cubrían parte de su cuerpo.

─ Quería ver que hacías- Contestó de forma tímida─. ¿Por qué te tapas? Me gusta el restivo.

─ Vestido- Corrigió.

Goku se acercó a ella dándole un tierno beso en los labios, como extrañaba esa boca, no se habían besado desde la derrota de Majin Buu y acababan de terminar la pelea contra Broly

Sus labios carmesí con sabor a fresas con nata. Goku mordió su labio inferior y movió su lengua para el lado izquierdo.

La pelinegra gimió, ¡no! Ella no iba a permitir que se aprovechara de ella después de todo lo que había tenido que sufrir por su culpa.

Sin hacerle daño le dió un pequeño empujón para atrás. El tacto y el sentimiento se fueron de inmediato.

─ ¡Qué es lo que te pasa idiota!- Gritó levantándose de la silla y agarrandolo por el cuello.

Goku se acercó a su oído con una sonrisa.

─ Me provocas.