¿Me amas? || Gochi ✔

[Capitulo veintidos]

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Bulma de espaldas a la pelinegra dijó.

─ Animo.

Capítulo nuevo.

De todas formas la iba a necesitar.

Llegaron a la casa, Chichi mandó a Goten a ponerse el pijama, ducharse, labrarse los dientes e irse a la
cama una vez terminado, este aceptó sin ninguna queja, no que le convenía.

Chichi después se duchó también haciendo que las mechas moradas se fueran y su pelo volviera a estar completamente liso. Se ató su cabello en una coleta.

Antes de irse a la cama una pregunta rodaba por su cabeza y tenía que preguntarsela a su madre, no podría dormir sin saber la respuesta.

─ Mamá, ¿por qué papá no ha vuelto todavía?- Preguntó con el dedo en la barbilla.

Oh oh, a Chichi no le gustó que mencionara ese nombre, no ahora, todavía no estaba preparada para arreglar todo y Goten todavía era demasiado pequeño todavía para entender a los problemas de los adultos.

─ Oh, él está entrenando como siempre- Contestó fingiendo una sonrisa.

─ Mamá, ¿estas enfada con papá?

─ Claro que no Goten. Anda, vete ya a dormir.

Goten hizo caso y se fue a su cuarto sin hacer más preguntas, aunque la respuesta de su madre no le convencía del todo, podría ser un niño pero estúpido desde luego que no.

La pelinegra sintió unos golpes en la puerta para luego esta ser abierta, allí apareció Goku, aquel hombre que ella no quería ver ni en sueños. Pese a todo lo que le había dicho Dylan, no creía ni una sola palabra, pensaba que solo lo había dicho para subirla el ánimo, eso es todo.

Ambos se quedaron en silencio mirándose fijamente por un largo rato. Aunque ella no quería hablar con él tenía muchas dudas, su mente se estaba haciendo una bola de chicle cada vez más grande.

Por fin Goku decidió tomar el relevo.

─ Chichi- La nombró, sin embargo está preguntó algo que dejó a Goku en estado de shock.

─¿Me amas?- Preguntó la azabache mientras se soltaba la coleta con los ojos cerrados, dejando caer una hermosa melena negra sobre sus hombros.

Sacudió suavemente su cabello haciendo ondas. Volvió a abrir los ojos, esos hermosos ojos profundos de color negro. Le miró, le miró a él.

El pelinegro la observaba con sorpresa, no se esperaba esa pregunta. No podía contestarla.
Él no sabía el porque. Un nudo en la garganta hacía que no pudiera vocalizar.

Chichi agachó su cabeza, metió sus manos en los bolsillos de su chaqueta, era otoño, en nada iba a ser año nuevo, un año nuevo con un montón de problemas, menudo año de mierda. Caminó hasta la puerta de su casa. La abrió. Vió como las ojas marrones de los árboles caían y el fuerte viento que había, hacía "volar" su flequillo.

Goku levantó su mano con temblor. Parecía querer hacer algo pero simplemente no podía o directamente no tenía el valor suficiente.

Chichi giró solamente su cabeza para mirar a aquel que fue su esposo una vez más. Sus manos seguían en los bolsillos.

─Lo suponía- Contestó con una voz apagada marchánd

Chichi salió por la puerta mientras Goku veía como su esposa desaparecía entre la niebla. Bajó su mirada entristecido y apretó sus puños.

─ ¿La perdí?- Cuestionó soplando un mechón de su cabello para quitarlo.

─ No- una voz conocida habló desde afuera.