✧───🌻°||Flor de Girasol||°🌻───✧

Capítulo I

"pasado''

Una noche de fiesta, el aire fresco y la gente por donde sea....

-Zenitsu date prisa -Jaló del brazo del rubio de ojos color miel.

Pasaron por la gran multitud con dificultad,

-Si me cargaras sería más fácil -mencionó-.

Al oír la peticion de este, lo cumplió sin queja alguna.

Lo tomó de la cintura y lo cargó pasando con rapidez entre la gente. Llevaban ya años de haberse retirado de la organización de cazadores de demonios.

Y aunque sus edades eran diferentes, sus espíritus y ánimo los hacían sentir de igual edad.

Llegaron a un campo verde con un árbol en medio que alrededor tenía girasoles como adorno, se acostaron bajo el árbol a ver las estrellas que cubrían el cielo hasta el horizonte.

-Llegamos a tiempo -soltó una carcajada por como el otro se veía-.

-Zenitsu!, no te rías! -dijo acomodando de nuevo su vestuario que aparentaba ser un vestido-.

-Esque, te ves preciosa -bufó-.

Ya era media noche y los fuegos artificiales se hicieron presentes.

El albino volteó a ver a su amado tomando su mano, y admirando su rostro.

-¿Que es lo que sucede Uzui? -habló confundido-.

-No es nada, solo te observo -sabía muy bien que al decir eso el otro se avergonsaría-.

Y comenzó a empezar lo peor.....

Un demonio de aspecto asqueroso se acercó a ellos con rapidez intentando atacar al más débil.

Uzui se interpuso antes de que lastimara a Zenitsu pero en un abrir y cerrar de ojos, el demonio había traspasado el tórax de Uzui y había llegado a golpear la cabeza de Zenitsu.

Sin duda la peor parte se la estaba llevando el rubio que cayó al suelo con un derrame cerebral instantáneo.

Eso hizo que el albino diera un grito desgarrador que lo llenó de adrenalina y con sus propias manos terminó matando a aquel demonio.

-Zenitsu, no mueras -decía entre llanto y perdiendo la vista poco a poco-.

El grito se había escuchado tan fuerte que la gente corría a a ver lo que pasaba.

Los latidos del chico iban desvaneciéndose, y el otro ya casi no podía respirar.

Tomó al rubio en sus brazos y con el poco aliento que le quedaba le juró volverlo a amar en su siguiente vida.

Y murieron....juntos.....bajo un árbol con girasoles.

Al acontecimiento lo llamaron ''la muerte de los girasoles'' debido a que segundos después estos se secaron y también murieron.

''presente"

Era hora de ir a la escuela, un profesor nuevo estaba por unirse y la emoción era obvia para nuestro querido rubio.