Capítulo IX

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Después de varios ensayos más, la actuación salió a la perfección, el único detalle seguía siendo el beso.

-Está bien....pero lo harás cuando llegue el día de la actuación -habló frustrado el albino-.

-L-lo intentaré profesor Uzui -se alejaba un poco de él-.

-¡Cómo que intentar Zen!¡Y ya te dije que no me llames profesor!-.

-

Viernes 08:30 a.m

-

Eh...¿¡Qué hora es!?¡Voy tarde a la escuela! -dijo apenas levantándose-.

El rubio se levantó con el pie enredado en la sábana y con dos botones de su pijama desabotonados.

Caminó rápidamente al baño, se cepilló y peinó a duras penas, llevaba una hora de retraso aunque el ya se había acostumbrado a ir dos horas antes.

Salió del baño quitándose el pantalón amarillo con triángulos que hacía conjunto con la camisa para dormir.

-No deberías cambiarte con la puerta abierta -miraba gustoso-.

-¡¡¡Ahhhh!!! -se cubrió con los brazos y el pantalón-.

-¿Es viernes no?¿A dónde vas tan apresurado?-.

-¡A la escuela!¡Ahora salte de aquí! -intentó caminar al baño como cangrejo-.

La verdadera pregunta debía haber sido: -¿Que haces aquí?. Pero es Zenitsu jaja.

-Hoy no hay clases...-.

El ojimiel volteó atónito.

-¡¡Y no me dijiste nada!!-.

-Zenitsu, te veías gracioso -se fue acercando poco a poco-.

-¡Yo no soy un payaso!-.

Antes de que terminara la frase, el albino ya lo había acorralado.

El menor no podía procesar aún lo que pasaba.

-E-eh ¿pasa algo?,¿Q-qué pasa?-.

No recibió respuesta alguna, solo una sensación de intimidación.

-U-uzui, dime que sucede...-.

Silenció al rubio con un beso que sin imaginarlo haría que pierda la razón.

El mayor comenzó a acariciarlo bajando sus manos a la cintura del ojimiel sin dejarlo de besar, lo despegó de la pared para llevarlo a la cama que aún se encontraba desordenada.

-Profesor d-debería detenerse -decía con la respiración agitada-.

Lo tumbó a la cama quedando él encima del rubio, volvió a los besos haciendo que el contrario se sonrojara y sin poder reaccionar.

Bajó sus besos poco a poco mientras desabotonaba los tres últimos botones de la pijama dejando al descubierto el frágil cuerpo de aquel chico que miraba con timidez.

Seguía con lo mismo hasta llegar a su hombligo, un punto en el que hacía que el rubio diera suspiros.

-U-uzui -mencionaba mientras cerraba los ojos-.

Incluso cuando cerraba los ojos lo veía a él haciendolo suyo, y eso era lo que estaba por hacer.

El rubio soltó un grito de dolor, estaba muy sumergido en sus pensamientos que no se había dado cuenta uzui le había quitado la ropa interior y se había bajado la suya.

✧───🌻°||Flor de Girasol||°🌻───✧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora