Se encuentra mareada y cansada, pero logra abrir los ojos lo suficiente para ver dónde está. Lo primero que ve, es el blanco techo seguido de las blancas paredes, y por fin saca la conclusión de donde se encuentra. De nuevo, tendida en una camilla del hospital. Parecía que su cuerpo estaba destinado a parar ahí esa semana.
Entonces nota como alguien al lado suyo está sosteniendo uno de sus brazos. Al girar la cara, se encuentra con una enfermera que le sonríe.
- Señorita Hinata, me alegro que esté despierta… ¿Cómo se encuentra? – le tiende un vaso de agua que agradece internamente, pues tiene la boca sequísima y no le es fácil hablar.
- Gracias… m-me encuentro mejor – aunque es una pregunta un tanto extraña, no recuerda cómo llegó allí - ¿Q-qué ha pa-pasado? – la enfermera la mira confusa y después termina de examinarla.
- Se desmayó en el campo de entrenamiento cuando estaba entrenando con Uzumaki-kun y Uchiha-kun… - ella abrió los ojos ¿entrenando? ¿ella con ellos, porque-?
Entonces todos los recuerdos empezaron a fluir en su mente llegándola a marear un poco más, teniendo que aferrar las sabanas para tener algo firme donde tranquilizarse. Pero ahora tenía menos sentido lo que le decía la chica ante sí. ¿Esa era la escusa que había puesto Tsunade para que no se supiera lo del rubio?
Miró a la enfermera, que le devolvía una mirada comprensiva. Ya estaba acostumbrada a esa mirada de "mírala-la-pobre-que-débil-es", y pese a su molestia se obligo a sonreír.
- ¿Puedo salir ya? – preguntó ansiosa, tenía que saber que había pasado de verdad.
La enfermera se levantó de la silla donde estaba y recogió sus cosas.
- Por ahora, no puedo darle ese permiso – fue a la puerta – le diré a Tsunade-sama que está despierta y ella ya le dirá – asintió aunque no estaba muy conforme.
No le apetecía nada estar un segundo más en esa cama, realmente la hacía parecer débil.
Al momento de salir la enfermera, vio entrar dos personas conocidas para ella. Sonrió a Kiba y a Shino que se acercaban a ella y se sentaban en las sillas cercanas a la cama donde estaba.
- Hola, Hinata ¿Cómo te encuentras? – pregunta el Inuzuka olfateando el ambiente.
- M-mejor… - se sonrojó. ¿Estaría oliendo lo que dijo el Kyubi horas atrás? - ¿Q-que pasa Kiba? – el chico dejo de mover la nariz y miró para ella.
- No sé exactamente… huelo tantas cosas diferentes que no sé qué es lo raro – se tapó la nariz – ¡malditos antisépticos!
Se sintió suspirar de alivio. Ahora si agradecía estar en un hospital, todavía no sabía cómo era exactamente que su olor se había mezclado con el de Sasuke. Se sonrojó, bueno, quizás sí. Pero seguía sin entender bien el porqué. Así que era mejor que su amigo no supiera nada.
- ¿Por qué te desmayaste exactamente? – esta vez la voz era de Shino sentado a sus pies.
Lo miró sin saber exactamente qué decir. Realmente no podía decirle que fue de la impresión de haber sido atacada por Kurama en el cuerpo de Naruto. Y tampoco sabía exactamente como defender la teoría de la enfermera. Le daba la sensación de que Tsunade no esperaba que ella se despertara antes de venir a visitarla.
- No lo sé… exactamente… - optó por la respuesta ambigua. Sus dos amigos la miraron preocupados.
- ¿Cómo que no lo sabes? ¿No lo recuerdas? – el castaño se acercó más a ella.
- E-esa parte no…
Entonces una duda surgió en su mente. Si no podía salir de allí a lo mejor ellos sabían algo de Naruto o Sasuke. Por alguna razón su mente se centró en el moreno de ojos negros cuando habló, provocando la sorpresa en los chicos presentes en la habitación. No era para menos, excepto por el trabajo de guardiana por traer a Sasuke, no tenía ninguna relación más con él. Según ellos, claro. Si supieran todo lo que tenía que ver con el ex-traidor de Konoha no sabía como reaccionarían.
ESTÁS LEYENDO
SASUHINA ATRACCIÓN POR UNA SERPIENTE
Любовные романыEstá historia la encontré en otra página y me encantó por eso la puse aquí. Si alguien le molesta el Sasuhina lo siento pero a mí me encanta. Espero que le guste al igual qué a mi Y hay unos capítulos de Naruhina