DECISION

2.2K 215 31
                                    

Se quedó mirando la nota por un rato. ¿Qué significaba eso? ¿La dejaba porque se había aburrido o porque no creía ser capaz de convivir con ella? Se despertará al ver una lágrima caer en el papel. No supo cuando sus ojos se volvieron acuosos y empezó a sentir la tristeza invadirle. Después de haber aceptado esos extraños sentimientos por él, no sabía cómo sentirse ahora… por alguna razón algo en ella, le decía que el Sasuke que había visto esos últimos días no era capaz de irse así, sin una razón.

Arrugó en papel entre las manos, se limpió las lágrimas de la cara y fue a su cuarto a cambiarse. Una vez con ropa nueva se metió la nota en el bolsillo y vio la bandana de Sasuke encima de la mesa de la sala. La guardó también y salió de la casa.

No pensaba dejar esto así como así.

.

.

- ¡Shizune-nee-chan déjame salir!

Los gritos se oían desde el fondo del pasillo cuando lo hokage, que había sido llamado minutos antes, caminaba por este. Ya allí ya a pesar de que se lo habían dicho, tuvo que sorprenderse cuando vio al rubio Uzumaki dar golpes en el cristal doble preparado para daños. Solo unos pequeños agujeros por este, dejaban pasar los sonidos y el aire.

- Gracias a dios, Tsunade-sama… -su amiga se había agarrado de su brazo- dice que quiere salir a como dé lugar pero no quiere explicarme.

- ¡Tsunade-obachan! Qué bueno estas aquí… déjame salir por favor –dijo mientras se pegaba a la puerta.

- ¿Por qué estás despierto ahora y porque quieres salir? –la rubia lo miraba con preocupación y severidad.

- ¡Eso no importa necesito ir a buscar a…! –se cayó y bajó la cabeza un momento antes de volver a levantarla – necesito aclarar una cosa no te pediré nada más por favor déjame salir…

No había pasado desapercibido para la godaime que había obviado el nombre de la persona que quería buscar y no era tonta, seguramente se refería a uno de los tres que rondaban por su mente. Suspir pesadamente y lo mir.

- ¿Estás seguro de que puedes controlarte? –el rubio asintiendo.

- ¡Pero Tsunade-sama…! –protestó la morena preocupada también.

- Ahora sí. –contestó el chico.

- Abre la puerta Shizune… -se dio la vuelta pasando de los agradecimientos del rubio y de los consejos de su amiga. Y se dirigió a su despacho. Una vez allí avisó a un anbu- síguelo… pero no intervengas a no ser que la situación lo requiera…

.

.

La peliazul iba por los tejados con el rumbo fijo por donde creía que podía haber marchado el Uchiha. No podía dejarlo ir así, sin una explicación. Y contaba con poco tiempo. Tan concentrada estaba en sus pensamientos que no sentía la presencia de quien la seguía hasta que un cuerpo apareció frente a ella cortándole el paso.

- ¿S-Sakura-san? –no entendía que hacía aquí.

- No sé a dónde piensas ir, pero te quedas aquí –le lanzó un puñetazo que apenas esquivó de lo inesperado que fue.

SASUHINA ATRACCIÓN POR UNA SERPIENTE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora