SASUHINA ATRACCIÓN POR UNA SERPIENTE

SOSPECHAS

En el interior de la planta de hospitalización se encontraba la habitación de un chico rubio de ojos azules muy conocido en toda la aldea. Y su única cuidadora y amiga, Sakura, siempre estaba pendiente de él. Ella se ocupaba de todas las necesidades del rubio, era lo menos que podía hacer con su amigo. Y todos los días, ella le contaba lo que hacía y lo que escuchaba de sus amigos.

Como estaba en un estado grave, no dejaban que nadie entrara en la habitación excepto las enfermeras. Aunque muchos habían ido a visitarle y preguntaban por él. Entre ellos Sasuke y Hinata. Siempre en compañía.

Chasqueó la lengua grabándolo y se sentó al lado del cuerpo dormido del Uzumaki. Le agarró la mano con suavidad.

- Sabes que tengo mis sospechas sobre ellos… -empezó a hablar como cada día- … no es nada normal que unas personas tan opuestas se juntan así porque sí… -miró a los ojos cerrados del chico.

No se había despertado por toda esa semana, estaba en un estado parecido al coma. Pero ella seguía yendo allí cada día animándole a que saliera de eso y contándole cosas aunque sabía que no la oiría. Tsunade dijo que en ese estado no creía que los sentidos estuvieran muy despiertos, pero aunque fuera un poco ella intentaba pensar que sí la oía.

- He estado oyendo cosas entre mis compañeras… -siguió- al parecer Sasuke va a empezar a hacer misiones de rango D… pero averigua con quién –chasqueó la lengua de nuevo mientras acariciaba con el pulgar el dorso de la mano de Naruto- ¡En vez de esperar a nosotros se va con ella! ¡Porque ella lo trajo, porque ella es su guardián..! –una vena salió en su frente e intentó controlarse para que no apretar la mano del rubio.- Esta tarde voy a buscar en los archivos de Tsunade… -dijo bajito- … es un secreto, aunque dudo que se lo digas a nadie… - suspi- ojalá pudieras oírme Naruto…

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Pero lo que ella no sabía es que en medio de esa espesa bruma en su mente podía oírla hablar claramente. Sin embargo, el Kyubi lo mantenía agarrado y no dejaba ir su conciencia para poder despertar y responderle. Miró mal al bijuu.

- ¡Déjame salir ya de aquí!

- No puedes, te lo he dicho, tienes que controlar tu chacra y no dejar que el aroma de la chica esa te domina –eso solo cabreó más al rubio.

- Sé que me has explicado lo que pasó ¡Pero todo fue culpa tuya! –grita rabiosa-

- ¡Oye, que yo solo hacía caso a mi instinto! –gruñó el otro-

- Pues el que debería controlarse aquí eres tú, no yo…

- Ya hemos hablado de esto, yo soy el animal, tú el humano. Y aunque me desagrade, si tú no haces nada para detenerme, yo puedo hacer menos.

El chico solo presionó los dientes y se volvió a concentrar. Tenía que salir de allí cuanto antes. Sakura se estaba haciendo una idea equivocada de Hinata y temía lo que pudiera hacer.

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Cuando llegan a la hacienda Uchiha, este suelta la bandana por el sofá y se va directo a la habitación. La peliazul lo ve y coge la bandana en la mano.

- Uchiha… -se va tras él, pues realmente quiere que colabore en eso de volver a ser ninja.

- Sasuke –la corrige cuando la oye y se gira a verla con los brazos cruzados- ¿Qué quieres? Voy a entrenar al jardín trasero… -ella le tendió el objeto y él gruño- no pienso ponérmelo.

- P-pero a Tsunade le dijiste que sí…

- No te confundas –levanto el dedo índice para callarla en caso de que hablara- yo solo la cogí para que no me hablara más de ello… nunca dije que me la pondría… -se dio la vuelta y desapareció por la puerta del jardín.