Renna
—¡Renna! —una voz conocida y femenina grita mi nombre, emocionada.
Volteo para mirar a Larisa correr en mi dirección.
—¿Qué sucede? —le pregunto alejándome de un enfermero que me estaba saludando.
No hay nada de malo en ser amables en tu primera semana como nueva recluta en la sede principal del centro psiquiátrico más conocido de Tailandia.
—Tienes que saber esto —toma mi brazo obligándome a entrar en su oficina—. Es sobre el jefe de D.I.D.
Otra vez.
—Ya te dije que no me interesa saber algo de ese hombre ni lo que haga —le repito ayudándole a organizar su escritorio—. Ya me cansé de escuchar hablar de él por todo lugar que caminé, en la calle, restaurantes.
Levanta una ceja en doble sentido.
—No sé qué pretendes con esa mirada... —entrecierro mis ojos observándola con mucha desconfiada— Pero no envidio a ese chico que logró muchas cosas siendo joven, me alegro demasiado por él al saber su pasado, solo es que las chicas aquí comentan cosas tan... Ni siquiera sé cómo describirlo, a este pasado, su nombra va a quedar tatuado en mi cabeza.
Varios documentos que le estoy ayudando a organizar en su escritorio son de algunos de mis pacientes, se los encargue porque me enferme de migraña. Lo peor es que estamos a mitad de año, lo que significa que la mayoría de los estudiantes adolescentes son pacientes que sufren ansiedad, depresión, insomnio, trastorno de conducta o trastorno de déficit de atención.
—Solo tienes que escuchar —me suplica haciendo un puchero, sin más remedio, suspiro en forma de aprobación.
Espero que sea algo importante porque toma su teléfono de manera rápida, si algún doctor se da cuenta que estamos en su oficina sin hacer algo productivo por los pacientes, nos va a regañar... No quiero que llegue a voces de la jefe de psiquiatría. Dicen que es una mujer muy temida.
—Presta mucha atención —comenta con ironía, yo no ruedo los ojos por educación—. «El fundador de D.I.D., Kaiden de Carson; le dio la oportunidad un joven de dieciséis años para que estudie Ingeniería de Sistemas y Computación, con la única condición de que al terminar la carrera trabajara en su empresa».
Bien, eso si me sorprende un poco de un hombre tan orgulloso como él. Ella continua sin ningún problema:
«Hace unos pocos minutos, hemos recibido información de que Erick de Carson acaba de donar más de 500 millones de dólares a una fundación de niños sin hogar, y más de 500 millones de dólares a otra fundación de recursos animales. Activo un servicio cuyo nombre es desconocido para ayudar a la familia La Rosa a encontrar a su hija que en la actualidad tendría dieciocho años. Sin olvidar que publicó un nuevo anuncio en su cuenta oficial de Twitter que dejó a todo el mundo atónico: «Haré una pequeña visita al psiquiátrico Kemburak, visitaré a un viejo amigo, también para conocer al personal. Escuche rumores que trabaja una persona conocida en ese lugar, me encantaría reencontrarme con ella». Esto dejo a muchas personas con la duda de quien podría ser la persona que esta en ese lugar y por qué es tan importante para el fundador de D.I.D.»
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Psicología Poderosa
RandomRenna se crio completamente en una casa hogar con una señora que la consideraba su nieta y ella su abuela, al cumplir 16 años logro estudiar Psicología, especializada en Psiquiatría y al terminar, empiezó a trabajar en uno de los mejores centros psi...