CAPITULO 7

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Narrador Omnisciente

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Narrador Omnisciente


Un mes después

—Sabes porque estamos citados aquí, ¿verdad, Eros? —se cruzó de brazos mirando a todo el personal que reunió.

Estaba la Jefe de Psiquiatría y el Doctor Demis, al lado de Renta esperando a que su pequeño plan o el supuesto inicio del plan funcionara.

—No pienso hacer eso... —confesó Eros mirándola con ligera molestia.

—Eros... ¡Ahg! Por favor, ellos no tienen todo el día y ellos necesitan tener un avance de todo o prefieres que les cuente lo que hiciste hace una semana —pasó sus manos por su cara con mucha frustración.

Era consciente de que esto no era fácil para él ni para ella misma.

—No lo hagas...

—¿Por qué no? Fue un gesto muy bonito de tu parte —levantó una ceja con algo de burla ante la cara de molestía de Eros.

—¿En serio debo hacerlo? —sigue preguntando mirando a cada uno con un desprecio enorme.

¿Qué clase de humano detesta a tantas personas que solo cumplen su trabajo?

Esa sería una respuesta clara con un ejemplo perfecto... La jefe de psiquiatría detesta a todo el mundo, solo tolera a su familia porque sabe cómo convivir y tratar con ellos, pero con el resto de personas, detesta comprender sus mentes todo el tiempo.

—Quiero... Pedir perdón por... —se queda callado mirando el suelo.

El encargado miraba la situación con una ligera burla... ¿Quién diría que este hombre excéntrico, manipulador, grosero, burlesco, orgulloso, y sobre todo, un experto mentiroso, fue el mismo que los llamó ese día para advertirles de un traidor y ahora, estaba siendo obligado por una mujer a pedir disculpas públicas en un centro psiquiátrico?

—No reconozco a Eros... —murmuró para el mismo, más no le sirvió para nada.

—¿Olvidas que es un mentiroso y manipulador? —Leto lo observa con una ceja levantada.

Ella conocía a la perfección al hombre que tenía al frente, conocía su pasado como si ella lo hubiera vivido en carne propia, sabía absolutamente sus debilidades y todos los crímenes que él había hecho durante toda su vida, y de esa manera, ha escondidos todo y cada uno de ellos, excepto el último que pasó, por culpa de su accidente. Ambos se conocen desde que eran pequeños y desde entonces, se prometieron lealtad absoluta.

Él le advirtió sobre el posible traidor, y ella lo sacó de la cárcel por su último crimen, así que su último recurso fue el centro psiquiátrico de Hades. El nombrado estuvo de acuerdo al reconocer de quién hablaban.

Pero, Leto no se confiaría de que a Eros no lo tratarán de atacar estando en este lugar de alta seguridad.

—No quiero decir nada más...

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