CAPITULO 1

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Renna

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Renna

Luego de esa pequeña conversación con mis superiores, volví a mi consultorio y en efecto, la niña sufre del síndrome del emperador, está más avanzado de lo que parecía y me gusta para nada el grado en el que esta.

La niña se comportó bien al principio conmigo, fue amable, sonriente, alegre y me habló con extremado respeto a pesar de ser una adolescente de 14 años. Algo que no me gusta para nada, es demasiado madura para su corta edad y en gran parte me preocupa. Eso quiere decir que no disfrutó su infancia, puede que ese también haya sido uno de los factores por los cuales tiene este síndrome.

Eso es por ese lado, eln el otro es que sus padres son los principales causantes de que ahora ella tenga este gran problema.

El señor comentó que discutían frente a la niña y adicional, no le ponían atención a los llamados de conducta que le hacían en la escuela, pensando que era solo un capricho o algo normal en una niña de su edad. Le daban demasiada libertad y ella al querer llamar su atención, terminó en este estado.

—¿Cuándo nos recomienda empezar las terapias, Doctora La Rosa?

Estoy sentada en la cafetería con muchos doctores, para conocernos mejor, algunos provienen de otras sedes porque en este, hay más pacientes y se los asignan a ellos cuando el traslado no es posible.

—¿Disculpe? —pregunto desconcertada.

Tengo el archivo de Kennedy, debo tenerlo listo para entregarlo a la directora. Debemos dejar registrados cuántos pacientes tenemos, sus respectivas carpetas y los avances. Todo eso lo revisa el dueño y la jefe de psiquiatría.

—Las terapias con los pacientes de grado naranja. ¿En qué tiempo crees que sea necesario empezar para que se integren con los nuevos pacientes? —me responde Larisa jugando con una pulsera—, ¿en que piensas?

—En el nuevo caso... —susurro para ella— Con respecto a su pregunta. Será más conveniente en dos a tres días, a varios pacientes aún les cuesta adaptarse a este lugar. Aunque, podríamos hablarles sobre el tema para familiarizarlos con lo que se viene por delante. ¿Alguna propuesta para su encuentro?

—¿Podemos llevar a cabo algo parecido a una reunión en el patio? Para hacer actividades recreativas y animar su estado de ánimo, muchos tienen depresión por el encierro en sus habitación —propone una chica alegremente.

Todos aceptan y hablan de otros temas sin importancia para mi. Me concentro en el archivo de Kennedy. ¿Cómo existen adultos que se atreven a tener hijos y no les prestan la atención y los límites que necesitan?

Se concentran en cosas como el trabajo, el dinero, la vanidad, entre otras cosas y descuidan a sus hijos. Los dejan bajo el cuidado de otras personas y se quitan una gran responsabilidad.

¿Para eso quieren una familia?

No todas las familias son iguales, algunos no querían niños, pero al tenerlos se hicieron responsables de la manera adecuada, mientras otros solo les dejaron las responsabilidad a otras personas a cambio de un poco de dinero mensual.

Psicología PoderosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora